La ciudad de Los Ángeles, fundada hace 285 años, ha contado desde sus inicios con una institución clave en la administración de justicia: la cárcel pública, que ha tenido a diferentes delincuentes albergados.
A lo largo del tiempo, este recinto ha pasado por varias ubicaciones, siendo testigo de la evolución urbana y de los eventos históricos que han marcado la comuna.
En sus primeros días, Los Ángeles, entonces una villa en proceso de consolidación, no contaba con cárceles formalmente establecidas. Los primeros recintos de detención estaban situados en los fuertes militares que protegían la villa, donde los soldados actuaban como celadores.
Uno de los prisioneros más famosos de esa época fue Orielé Antoine de Tounens, un aventurero francés que se autoproclamó rey de la Araucanía en 1860. Detenido en Nacimiento en 1861, fue trasladado a Los Ángeles, donde enfermó y, finalmente, fue declarado loco, evitando la cárcel y siendo expulsado a Francia.
El traslado al centro: la cárcel frente a la plaza de armas
Hacia fines del siglo XIX, se menciona por primera vez un edificio dedicado exclusivamente a la detención de sospechosos y condenados. Este recinto se ubicaba frente a la plaza de armas, en la esquina de las calles Lautaro y Valdivia, donde actualmente se levanta el Centro Cultural Municipal, que antes fue el Liceo de Hombres.
Sin embargo, a principios del siglo XX, la ciudad decidió trasladar la cárcel a otro punto más alejado del centro, según lo que explica la “Comunidad de Los Ángeles, historia e identidad.
Los cambios en el siglo XX: del ferrocarril a Ricardo Vicuña
El nuevo emplazamiento elegido fue la avenida 21 de Mayo, frente a la desaparecida estación de ferrocarriles, donde actualmente se encuentran un supermercado y un instituto educativo.
Sin embargo, el terremoto de 1939 causó daños significativos, lo que obligó a un nuevo traslado. El lugar escogido fue el extremo poniente de la avenida Ricardo Vicuña, en terrenos casi periféricos en ese tiempo.
A pesar de las mejoras, el terremoto de 1960 también dejó en mal estado la cárcel, lo que llevó a la construcción de un nuevo recinto.
Vicuña Mackenna: el último destino de la cárcel
En 1969, se inauguró el Centro de Detención Preventiva (CDP) de Los Ángeles en la avenida Vicuña Mackenna, en los extramuros de la ciudad.
Este recinto funcionó durante varias décadas hasta que el devastador terremoto del 27 de febrero de 2010 ocasionó daños irreparables, obligando al traslado de los reclusos a otras cárceles de la región. Desde entonces, la ciudad ha estado sin una cárcel propia, y los intentos de construir un nuevo recinto han enfrentado la resistencia de las comunidades locales.
La historia de la cárcel de Los Ángeles no solo refleja los cambios urbanos y arquitectónicos de la ciudad, sino también cómo los eventos sísmicos han marcado el destino de este importante edificio público, cuya necesidad persiste hasta hoy.
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