Con gran preocupación se encuentran los trabajadores de la Oficina Nacional de Emergencia, debido al inminente cambio que tendrá la institución a partir del 7 de agosto, cuando pase a llamarse Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred).
Recordemos que todas estas modificaciones, surgieron tras la fallida respuesta tras el terremoto y tsunami de 2010 que afectó a la zona centro y sur del país.
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De esa manera, la Asociación Nacional de Funcionarios de la Onemi, valoró el cambio señalando que «es de vital importancia robustecer un servicio que el año 2010 sufrió una crisis importante por no contar ni con el personal ni la infraestructura adecuada para responder a las distintas amenazas a las cuales el país está expuesto y que esta Ley quiere corregir».
Sin embargo, expresaron que a solo 1 semana del vencimiento del plazo para la tramitación del reglamento, «aún no tiene financiamiento producto de la rigidez de la dirección de presupuestos del Gobierno de Chile (Dipres)».
De esta manera, aseguran que la institucionalidad no estaría al nivel que «Chile se merece». Lo anterior, «dadas las particulares condiciones de vulnerabilidades y amenazas a las cuales se ve expuesta la población como son los aluviones, erupciones volcánicas, inundaciones, terremotos, tsunamis, incendios forestales, cambio climático, etcétera».
Por lo anterior, indicaron que esta actitud de la Dipres, no solo afecta a los funcionarios, si no que pone en riesgo a los habitantes del país «al no entregar los recursos necesarios para implementar el nuevo servicio».
Finalmente, hicieron un llamado a las autoridades a comprender la situación y entregar los recursos para enfrentar los nuevos desafíos que impone la ley. Por lo anterior, a nivel de la región del Biobío, le hicieron entrega de la carta con el petitorio a la Delegada Presidencial, Daniela Dresdner, para que canalice esta preocupación al nivel central.
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