Es cierto que la reparación del Aeropuerto provocó un entretenido debate entre el Alcalde y el Gobernador. No ganó nadie porque los aviones desaparecieron. Pero es verdad que eso permitió a la autoridad municipal viajar a Santiago y transformarse en vocero comercial de una línea aérea que prometió, terminada la reconstrucción de María Dolores, llegar con sus aviones. Supe que se terminaron las referidas obras, apareció el Intendente y, “para callado”, dieron por culminada la inversión de mil millones de pesos que costó su puesta en marcha. Alguien le contó al Alcalde y éste se lamentó que no lo hubiesen invitado.
Con el estadio de Heller, algo parecido. Nuevo conflicto, declaraciones diversas. Nueva pelea, también del Alcalde pero ahora con la intendencia. No sé porque dejaron de lado al Gobernador. Los concejales, menos Yasna, apoyaron las declaraciones del Alcalde en contra del Gobierno. Y se inició el tradicional “forcejeo” de uno y otro. Debo señalar que me impresionan los entusiasmos . Algo parecido le ocurrió a Joel Rosales con el Polideportivo. Lo sacó adelante y enterito, tal como se había programado. ¿Por qué le cuesta tanto al Alcalde actual? Misterio.
Pero, estadio y aeropuerto, omnubilaron al Concejo, todos incluidos y a la Gobernación. Engolosinados con el estadio de Heller y el aeropuerto de esta línea aérea que promocionaba el Alcalde, no fueron capaces de oír el terremoto que se producía. La Universidad del Bíobio, preparó sus maletas para irse. ¿Es que no importa que una universidad, de tanto prestigio y tanta historia deje Los Angeles, nuestra provincia sus estudiantes? ¿Es que dichas autoridades han asegurado que con lo que hay basta y sobra? ¿ La única universidad estatal de la Región, heredera de la Universidad de Chile, llegó aquí? El resto del Estado local, lo supo? Todo su personal, prepara maletas para Chillán. Allá le van a cambiar el nombre. Será Universidad de Chillán. El Gobierno Regional y el alcalde Zarzar están en esto. ¿Es que una universidad no amerita la preocupación que se tuvo de un estadio y un aeropuerto, este último sin aviones?
No me gusta. Me recuerda a los profesores voceando la educación estatal. Ahora todos callados, la única universidad estatal, marcha para no volver.
Mario Ríos Santander