Los últimos 11 días en la vida de Evelin Palma Esparza, han sido jornadas que cualquiera quisiera olvidar.
Su hija nació prematura, razón por la cual el médico le recetó unas vitaminas ACD que terminó siendo nada más y nada menos que Tramadol, una poderosa droga utilizada para tratamientos donde el dolor es grave, como por ejemplo, los pacientes con cancer. La pequeña, estuvo a punto de morir.
Evelin contó su historia, que sin lugar a dudas, nos hará revisar por todos lados los medicamentos y lamentablemente, una vez más, desconfiar del sistema de salud pública del país.
“Fui el lunes 23 (de septiembre) a médico con mi hija de un mes a control del niño sano y el médico me recetó las vitaminas ACD que se le dan generalmente a los bebés”.
Relató que “ese día no alcancé a retirarlo por tema de horarios, porque ya la farmacia estaba cerrada y mi hermana el día martes, retiró las gotitas correspondientes”.
“Ese día martes, como a las 4 aproximadamente, yo le di las 20 gotitas que le recetó el médico. Después le di pecho, pasó un tiempo y se quedó dormida. Luego empezó la pesadilla, pasaron las horas y no despertaba e inmediatamente sospeché que algo pasaba, porque mi bebe más de dos horas no duerme y se despierta a pedir pecho”, precisó.
Ahí empezaron las horas más terribles que podría tener una madre, el miedo a perder a su bebé. “Me di cuenta que ella no hacía nada, solamente respiraba. Luego le pregunté a mi mamá y mi hermana porque ellas saben y este es mi primer hijo y me dijeron que quizás las gotitas la relajaron un poco porque es primera vez que se las doy”.
“De ahí pasaron dos horas más y viendo que no hacía nada mi bebé, me empecé a asustar, a desesperar y al ver que no reaccionaba lo trajimos aquí a la urgencia en el SAR de Cabrero, pero venia inconsciente”.
En dicho lugar se percató de la grave negligencia de los profesionales de farmacia. “La enfermera me preguntó que qué le había dado, y yo le dije que las gotitas ACD que me recetó el médico y me dijo las anda trayendo y yo le dije que si. Le mostré el frasquito y claramente decía vitaminas ACD 20 gotitas al día y ella como saben las características de los frascos, le raspó la etiqueta y abajo decía Tramadol, o sea era un medicamento rotulado que le pusieron una etiqueta arriba de la otra”.
“Ese fue un momento muy fuerte cuando la doctora nos dice que no le dimos vitamina sino Tramadol, porque nosotros sabemos que es un medicamento muy fuerte y que es para adultos, nunca para un niño y menos para una guagua, de hecho para adultos debe ser muy fuerte el dolor para que le suministren 20 gotas”, relató.
“Yo le di 20 gotas de tramadol a mi hija pensando que eran vitaminas”, dijo acongojada.
Continuó indicando que “de ahí le hicieron primeros auxilios, la trataron de reanimar, le pusieron oxígeno y de ahí la doctora llamó al Hospital de Los Ángeles y se la llevaron en ambulancia y pasó al tiro a la UCI”.
“Después salió el médico y nos dijo que era un milagro y que no sabía cómo estaba viva porque una dosis así era letal para que ella en dos horas hubiera estado muerta”.
Agregó que ahora temen las secuelas que podría dejar en su pequeña esta situación ocurrida en el Cecosf Membrillar.
“Nosotros hablamos con la directora del consultorio después de esto y, no se si por defender a alguien, pero fue como que me echara la culpa a mí. Me dijo, cómo usted no se fija del medicamento que le está dando a su hija, y nosotros le mostramos las fotos, y le dije que qué iba a hacer yo si tapan y rotulan mal un medicamento y me lo entregan en la farmacia”.
“Uno obiviamente se fía que es el correcto, no tendría por qué ser otro medicamento. La señora se equivocó al tomar los frascos, yo no se si estaba distraída o que porque no creo que lo haya hecho con intensión”, concluyó.
Pese a ello, interpusieron una denuncia en la Fiscalía la cual está investigando la Brigada de Homicidios. En paralelo, la dirección comunal de salud, instruyó un sumario para determinar qué ocurrió y quienes son los responsables.