El Plan Paso a Paso, es la única herramienta vigente para enfrentar la situación de la pandemia en Chile. Sin embargo, esta medida ya está totalmente obsoleta y Los Ángeles es el mejor ejemplo de aquello.
Luego de 9 semanas en «estricto confinamiento», la verdad es que lejos de haber mejoras, todo ha agravado aun más. Lo que es peor, el hecho de ser una comuna que siempre ha sido tratada como el patio trasero de Concepción, ni siquiera es foco de atención por parte de las autoridades.
El pasado 09 de abril, la Subsecretaria de Salud Pública llegó hasta la región del Biobío a una amplia jornada de trabajo. Más que un par de declaraciones sobre el panorama de la comuna, ni siquiera se pensó en la posibilidad de venir a la ciudad de Los Ángeles. Tal vez el «hito comunicacional», no era tan rentable. No se dijo nada relevante y sus ideas anunciadas, parecen sólo una improvisación.
Pero lo más indignate no es eso, es la nula atención de las autoridades, que siguen defendiendo un plan sanitario que ya no funciona. El lunes 19 de abril, la vocera de Gobierno en el Biobío, defendía lo indefendible: «sabemos que las cuarentenas efectivamente son eficientes. Son el mecanismo más importante que tiene en este momento una política pública para poder frenar lo que son la cantidad de contagios», dijo Francesca Parodi. Declaración que como una vez más, se hace desde Concepción. Un total sinsentido.
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En los datos, el 46.1% de todos los casos de Los Ángeles durante la pandemia, es decir, durante el 2020 y lo que va de 2021, han ocurrido en la presente cuarentena.
Se trata de 6.006 nuevos contagiados, con un promedio de 98,45 casos diarios. Adicional a eso, los recintos de salud, Clínica Los Andes y el Hospital Víctor Ríos Ruiz, están aun más colapsados que el 18 de febrero – día en que se anunció la cuarentena. ¿Qué indicador ha mejorado? ninguno. Eso responde al título de este editorial, ya que hay claramente una medida totalmente obsoleta.
Si bien es cierto que ningún gobierno, ni de izquierda o derecha, podría haber estado preparado para una pandemia de estas características, también es cierto que actualmente tenemos un Ministerio que carece de ideas. Hoy están caminando en la oscuridad, extraviados, pensando en qué hacer.
Al único que parece preocuparle es al Seremi de Salud, Héctor Muñoz y al delegado provincial, Cristóbal Vidal, pero su única herramienta es llamar a la gente a cuidarse. No pueden hacer más. No tienen más herramientas.
ES HORA DE REVISAR EL PLAN PASO A PASO
Hoy, el Plan Paso a Paso requiere de una urgente revisión. El sistema sería efectivo si las ciudades contaran con un equipo de fiscalización que hagan intensamente su trabajo. Pero también hay que ser claros. La calidad de las fiscalizaciones son altamente mediocres.
Sin embargo, en el papel, para el gobierno de la región del Biobío, todo funciona a cabalidad. No es así.
El gobierno, continúa apuntando a «los porfiados» que no respetan las medidas. Esto puede ser cierto, quizás hasta la cuarta semana. Posterior a eso, las familias entran en desesperación. No hablamos de las «fiestas clandestinas» o reuniones sociales, si no que quienes necesitan trabajar.
Las declaraciones, como la de la Seremi Parodi, son poco empáticas, porque se hacen desde una tribuna de privilegio. A ella no se le han reducido sus $3,5 millones de pesos en sueldo. No le falta para el supermercado, ni para las cuentas. Su cargo, le permite ver las afectaciones económicas desde afuera, como una mera observadora. Pero la realidad de la gente es otra.
El sueldo promedio de la región del Biobío supera levemente los $481.420. Hoy, a 9 semanas del inicio de la cuarentena, muchos están desesperados. Literalmente no tienen comida, dinero para pagar sus arriendos, cuentas, créditos y ninguna medida – que no le llega a todos tampoco – permitirán saldar el daño económico que ya tienen.
Señores seremis, ministros, el Gobierno aun no se acaba. Quedan 325 días y Los Ángeles necesita de una idea que supla la cuarentena totalmente obsoleta. Pónganse a pensar.
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