Contexto | Comida enlatada

Una reconocida empresa dedicada a la comida enlatada de casi 140 años de historia, finalmente recurrió a la quiebra. Esto, debido a los altos costos y deudas que mantenía, además de una difícil competencia.

Se trata de la empresa Del Monte Foods, la cual posee una data de 138 años de existencia, y cuyo principal producto era la comida enlatada, ya sea frutas o verduras, las cuales se encontraban distribuidas en diferentes puntos, logrando llegar a cada familia posible. Del Monte comenzó operaciones en 1886 y construyó su famosa planta de enlatado en San Francisco en 1907. La empresa afirmaba que para 1909 operaba la mayor planta de enlatado de frutas y verduras del mundo

Pero esto cambió durante estas semanas, debido a que el pasado martes se acogieron a la quiebra, con la finalidad de poder vender todos sus activos y, con esto, la posibilidad de encontrar algún comprador que quiera incluirse en este rubro que tuvo su época de gloria entre los años 40 y 80.

Según un comunicado del presidente y CEO, Greg Longstreet, explicó que “tras una evaluación exhaustiva de todas las opciones disponibles, determinamos que un proceso de venta supervisado por la corte es la forma más efectiva de acelerar nuestra recuperación y crear una Del Monte Foods más fuerte y duradera”, explicando los motivos que los llevaron a tomar esta drástica decisión.

Un brusco cambio en la comida enlatada

Pero no todo es malo en sí, ya que en este proceso la misma empresa se acogió a un financiamiento cercano a los 912 millones de dólares, lo que le permitirá seguir operando, aunque bajo estándares mínimos, hasta que exista un comprador que permita volver a estar al frente del mercado de productos enlatados, especialmente en las temporadas de mayor demanda.

Actualmente, los pasivos de Del Monte Foods están fluctuando entre US$ 1.000 y US$ 10.000 millones de dólares, según los documentos judiciales existentes. Pero, a pesar de contar con un capital mejorado, la posición financiera podría fortalecerse solo si hay nuevos propietarios, aunque eso no quita que la empresa haya ido a la quiebra.

Otro punto considerable es que actualmente se atraviesa un momento económico muy delicado, lo que ha llevado a enfrentar muchos desafíos. Más aún cuando han tenido que reducir los gastos operacionales y de personal, debido a que los consumidores están prefiriendo otras marcas al por menor y de empresas más locales.

“La demanda del consumidor ha disminuido, lo que le ha generado mayores costos relacionados con el exceso de inventario que ha tenido que almacenar e intentar sacar de los estantes mediante mayores promociones”, explicó Sara Foss, directora global de Legal y Reestructuración en Debtwire.

«Las preferencias de los consumidores se han alejado de los alimentos enlatados con conservadores, en favor de alternativas más saludables”, cerró.

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