Con tristeza fue dada a conocer la noticia que las conocidas monjitas de la Plaza Pinto en Los Ángeles, se van de la ciudad.

Corría finales del año 1978, cuando a Los Ángeles, llegó un grupo de hermanas, pertenecientes a la Congregación Siervas de Jesús de la Caridad. Ellas, bajo el alero de Santa María Josefa de España, se instalaron con el objetivo de prestar ayuda a quienes necesitaban apoyo o ser atendidos a nivel de salud.

Se trató de la Madre María Eugenia Cervantes, Felicidad Varona y Teresa Aguirre, quienes fueron las emprendedoras del conocido policlínico. La hermana Maritza Vilchez, comentó a El Contraste, las razones por las cuales tomaron la decisión.

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Es una triste noticia que hemos estado dando a todos nuestros conocidos, hablando primeramente con nuestro obispo de la diócesis, para comunicarlo. Nuestros superiores lo han creído conveniente, cerrar esta casa por motivos que se han presentado con la crisis o falta de vocaciones”, señaló.

¿Dónde irán las monjitas?

La hermana Maritza comentó que “se deben reforzar otras comunidades acá en Chile aparte de Argentina y Paraguay, que pertenecen a la provincia nuestra de San José. Por ese motivo han creído conveniente cerrar esta casa e ir a reforzar otras comunidades”.

Esta situación las mantiene muy tristes, pero deben seguir lo encomendado. Han sido muchos años de servicio a la comunidad y con recuerdos que quedarán de quienes se atendieron en el policlínico.

Cabe señalar que en la época que llegaron las hermanas, no existía una red de salud tan grande como la actual, por lo cual su función hizo que fueran reconocidas por su labor, la cual era ayudar a quien más lo necesitaban.

«Además estuvimos atendiendo en la población O’Higgins, 11 de Septiembre, en Paillihue, en San Carlos y después cuando comenzaron a brillar los consultorios, tuvimos que ir cerrando, ya que la gente comenzó ir acudiendo a estos centros que el Gobierno había puesto», señaló la hermana Maritza.

La hermana detalló que «entonces se atendió solamente aquí. Nosotras vemos que la gente sigue recurriendo aquí y se van pasando de generación en generación, de la gente que ha participado anteriormente, vienen sus familiares y conocidos y de una u otra forma siempre están acá».

No pierden la esperanza de regresar

A pesa de esta lamentable noticia, aseguraron que no pierden la esperanza de volver nuevamente a Los Ángeles y reabrir la casa que por tantos años, albergó un pequeño centro de salud, a un costado de la Plaza Pinto, por calle San Martín.

“Nos da mucha pena por esa gente que lo necesita, y para nosotras es muy triste porque todo el esfuerzo de nuestras hermanas, que impulsaron está obra, se termina aquí, pero no perdemos la esperanza de regresar”, cerró.

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