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Un sujeto que entre febrero y marzo del 2020 sembró terror entre conductores de taxis y aplicaciones de Los Ángeles, fue condenado a una pena de 20 años de cárcel.

Se trata  de Claudio César Aedo Pinilla, quien fue condenado en calidad de autor de 16 delitos consumados de robo con intimidación y otro robo que incluyó retención.

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Por lo anterior, El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Los Ángeles lo condenó a la pena única de 20 años de presidio efectivo.

Junto al avezado ladrón, en la causa también se logró la condena de una mujer que operaba junto a el. El tribunal decidió condenar a una pena de 8 años de presidio efectivo a Mirna Díaz, por 8 delitos de la misma índole.

La ruta delictual que sembró terror en Los Ángeles

Todo comenzó el 1 de febrero del 2020, cuando Aedo Pinilla abordó un auto conducido por una mujer que trabajaba en DIDI a la altura de la Shell de Francisco Encina.

Tras sentarse en el asiento del copiloto, sacó un cuchillo y amenazó a la víctima para obligarla a conducir hasta el sector Teniente Merino. Su botín en esa ocasión fue de 200 mil pesos, dos pendrives y elementos personales.

El 8 de febrero, el condenado abordó un taxi en el Jumbo y solicitó una carrera hasta Villa Los Profesores. Al llegar a dicho sector, sacó nuevamente un cuchillo y lo amenazó. Su botín fue de 170 mil pesos y un celular.

Ya el 12 de febrero, el sujeto seguía impune y cometiendo delitos de la misma índole. en esta ocasión, abordó un taxi a eso de las 2 de la madrugada en el terminal de buses rodoviario.

Aedo Pinilla solicitó una carrera hasta Villa Las Quintas, donde nuevamente sacó un cuchillo y se lo puso en el cuello a la víctima para robarle 117 mil pesos, un pendrive y un anillo de plata.

Cinco días después repitió el modus operandi con un taxista a quien solicitó una carrera hasta la población Escritores de Chile. Tras amenazarlo con una cortapluma, le quitó siete mil pesos y huyó del lugar.

Ya en marzo marzo y en compañía de la mujer, cometió más de 10 delitos de la misma índole. Ambos abordaban un taxi o auto de aplicación e intimidaban al conductor con un arma blanca.

Así fue como sustrajeron diversas especies y dinero en efectivo: los montos iban desde 5 mil a 400 mil pesos, y siempre era con un alto nivel de violencia.

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