La región del Biobío enfrenta una crítica situación debido a las temperaturas que ayudan a proliferar los incendios forestales, siendo el siniestro en Mulchén, denominado «Chumulco», el más preocupante. Hasta el momento, ha consumido aproximadamente 1.200 hectáreas, incluyendo 700 de bosque, 400 de cultivos agrícolas y 100 de matorrales, poniendo en máxima alerta a las autoridades y equipos de emergencia.
El director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Esteban Krause, informó que los esfuerzos coordinados entre Conaf, empresas privadas y Bomberos han logrado evitar que las llamas alcancen viviendas. «Ayer estuvieron amenazadas, pero hoy podemos decir que están libres de afectación», señaló. Sin embargo, la lucha continúa, y la preocupación radica en las condiciones climáticas adversas que podrían intensificar la emergencia.
Condiciones extremas elevan el riesgo de incendios
El director regional del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), Alejandro Sandoval, recordó que la región se encuentra bajo alerta roja por calor extremo. «Esperamos temperaturas excepcionales, alcanzando hasta 39°C en el valle y la precordillera, con vientos de hasta 50 km/h, lo que hace que cualquier foco se transforme rápidamente en un incendio de gran magnitud», explicó.
Ante esta crítica situación, las autoridades han instado a la comunidad a extremar precauciones y evitar cualquier acción que pueda generar nuevos focos de incendio. «Son condiciones muy similares a las de febrero de 2023 y enero de 2017, años en los que enfrentamos tragedias devastadoras», advirtió Sandoval.
Un llamado a la responsabilidad luego del incendio de Mulchén
El delegado subrogante regional del Biobío, Humberto Toro, enfatizó la gravedad de la situación y la importancia de la prevención. «Los incendios matan: matan a los brigadistas, matan el medioambiente y afectan la economía de nuestra región», declaró. Haciendo un llamado a la ciudadanía a evitar fogatas, asados y cualquier actividad que pueda generar chispas.
Asimismo, advirtió que se perseguirá con todo el rigor de la ley a quienes provoquen incendios de manera intencional. «Para ellos, la pena es de hasta 20 años de cárcel. Ya hemos iniciado investigaciones en otras comunas como Arauco, y continuaremos con las acciones investigativas y penales necesarias», aseguró.
Las autoridades han destacado el rol de los municipios en la vigilancia y prevención, instándolos a reforzar sus patrullajes en las zonas de mayor riesgo. Mientras los equipos de emergencia continúan su ardua labor en Mulchén y en otros tres incendios activos en la región, el panorama sigue siendo incierto. Con temperaturas en ascenso y fuertes vientos, el peligro de nuevos focos se mantiene latente.
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