En la región del Biobío, escondida entre los valles de la cordillera de Nahuelbuta, se encuentra una laguna con forma de corazón, un espacio natural que surgió tras la intervención humana. Este cuerpo de agua artificial se originó hace más de 20 años debido a la extracción de áridos en la zona, una actividad que realizó el padre de la geóloga Paula Fernández, una de las dueñas del lugar.
Según Fernández indicó al medio SABES, la forma de la laguna surgió por accidente: «Por la morfología de los cerros, de cómo están orientados, quedó de esa forma, no nos dimos cuenta hasta mucho después. La suerte que tiene la laguna es que entra agua de las quebradas que vienen de los cerros, entró mucha agua y se empezó a llenar y llenar». Para evitar que el agua quedara estancada, su padre construyó una salida subterránea hacia el río, permitiendo que la laguna se llenara de manera natural.
Refugio natural
Con el paso del tiempo, la laguna corazón se transformó en un refugio natural para diversas especies. «Desde peces, aves acuáticas, coipos, hasta patos silvestres, cisnes que están algunos días y se van, alevines que nacen de los peces del río», describió Fernández, destacando la biodiversidad que ha florecido en torno al cuerpo de agua.
En 2014, Paula y su esposo Román Martín crearon el Centro Turístico Lagon Le Bleu, un proyecto que inició con fondos de Innova Biobío para el turismo, e incluyó la reforestación del área. El centro, que comenzó como un espacio turístico, se convirtió en un lugar para eventos, además de contar con un restaurante y actividades deportivas como la pesca.
Una de las actividades más especiales del centro fueron los talleres de geología para niños, organizados en conjunto con la municipalidad de Curanilahue. «Fue tener a más de cuatrocientos niños, en grupo, que venían y los recibíamos un día completo», explicó Paula. Durante estos talleres, los niños aprendían sobre geología, sismos y minerales. Además, realizaban salidas a terreno para visitar minas de carbón y otros sitios geológicos del valle.
Hay un centro turístico en la laguna con forma de corazón escondida en el Biobío
La pandemia obligó a la familia a dejar el proyecto temporalmente y trasladarse al norte. Sin embargo, Paula decidió retomarlo junto a su padre Sixto y sus hermanos Claudia y Ricardo. Hoy en día, Lagon Le Bleu forma parte de la Cooperativa Turismo Nahuelbuta Costa, una iniciativa que conecta emprendimientos turísticos desde la cordillera hasta el borde costero, posicionando a Curanilahue como un atractivo destino en la región del Biobío.
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