Con mucha alegría los vecinos de un sector rural en la provincia de Biobío, recibieron un importante proyecto que va directamente en la mejora de la vida diaria, con el apoyo de un programa y la empresa privada.
Para los vecinos del sector La Esperanza de Nacimiento, el lunes 1 de abril quedará marcado en su memoria como el día en que la esperanza fluyó como el agua cristalina de un manantial.
Ese día, las obras de su proyecto del Sistema de Agua Potable Rural dieron inicio, trayendo consigo una promesa de cambio y bienestar para las familias del comité de Agua La Esperanza.
Y es que debido a la carencia de inversión pública en infraestructura que brinde acceso al suministro estable de agua, los sectores rurales del Biobío y La Araucanía han tenido problemas para acceder al recurso hídrico.
Por eso, la magia de este proyecto, enmarcado en el programa “Desafío agua para Chile” impulsado por CMPC en conjunto con Desafío Levantemos Chile, reside en su alcance y en la colaboración entre el sector público y privado.
María Riquelme, presidenta del Comité de Agua Potable Rural La Esperanza, no podía contener su emoción al ver cómo, después de 10 años de lucha, finalmente se iniciaba el consumo de agua potable rural en su comunidad. Un logro que llenaba de esperanza a todos y que los motivaba a seguir luchando por un futuro mejor.
“Buscamos muchas instancias para poder postular este proyecto y nunca se nos había dado el espacio, pero ahora al fin se pudo sacar algo adelante y el inicio del proyecto de verdad que nos tiene contentas”, indicó.
Un sueño que se cumplirá en dos etapas
Diseñado con esmero para atender a las 100 familias que conforman el comité, este proyecto abarca desde la captación hasta la distribución del vital recurso, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de todos los habitantes.
Las primeras 20 familias y la sede comunitaria del sector serían las primeras en beneficiarse, mientras que la municipalidad de Nacimiento se comprometerá a asumir la segunda etapa para extender la red y llegar a las 80 familias restantes.
Entre las voces de alegría y gratitud, se encontraba la de Lucía González, una de las primeras beneficiadas con el proyecto. Para ella, esta iniciativa era una verdadera bendición de Dios, ya que, como para cualquiera, el agua es algo primordial para la vida.
“Agradezco a la municipalidad y a todos los involucrados por brindarnos la oportunidad de tener acceso a un recurso tan vital”, comentó.
En tanto, el alcalde de Nacimiento, Carlos Toloza, compartió su alegría al mencionar que este proyecto tan esperado se llevará a cabo gracias a la colaboración entre la empresa CMPC, el municipio y el programa Desafío Levantemos Chile, “este es un proyecto que no solo beneficiará a las 100 familias del sector, sino que también abrirá la puerta a futuras mejoras y proyectos para la comunidad”.
Por último, desde CMPC, el subgerente de Relaciones Comunitarias Industria CMPC, Francisco Reveco, expresó con entusiasmo que “este proyecto logrará solucionar un problema tan apremiante como es la falta de agua para consumos básicos. Los vecinos, que antes recibían agua en cantidades limitadas desde el municipio, ahora verán un cambio radical en sus vidas, que los beneficia a todos”.
Así, en medio de la emoción y la gratitud, el proyecto de agua para consumo humano en Nacimiento comienza a escribir un nuevo capítulo en la historia de esta comunidad, demostrando que juntos, con esfuerzo y colaboración, se pueden transformar los sueños en realidad.
Desafío Agua se proyecta
Para este 2024, “Desafío Agua para Chile” tiene en marcha 7 proyectos en ejecución, donde 3 están destinados a consumo humano en Mulchén, Nacimiento y Los Ángeles, los cuales beneficiarán a 107 familias.
También se están impulsando 2 proyectos de mejoras de APR en Yumbel y Angol, con un impacto directo a 257 grupos familiares. Por último, está en desarrollo también 1 proyecto de riego en Cholchol y otro proyecto de estudio de APR en Collipulli, que beneficiará a un centenar de familias.
Así, la ruta de acceso al agua luce más auspiciosa que nunca para las familias de la zona sur, que lo único que anhelan es sencillamente tener las condiciones mínimas para valerse por sí mismas.
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