Después de un trágico accidente de tránsito que le costó la vida, un joven voluntario es recordado como un héroe en la comuna de Tucapel. Sus compañeros y aquellos que agradecieron su valentía lo conmemoraron en un nuevo aniversario.
El 19 de septiembre de 1979, una intensa lluvia caía sobre la localidad de Huepil cuando la alarma alertó sobre un incendio que estaba afectando la planta maderera Trupán. Los voluntarios del Cuerpo de Bomberos acudieron rápidamente al lugar.
Entre ellos se encontraba Juan Carlos Ramírez Herrera, de tan solo 18 años y miembro de la Primera Compañía. Subió a su camión de bomberos, un Ford descapotable, junto a otros tres voluntarios, pero las condiciones del camino, resbaladizo y embarrado, hicieron que el conductor perdiera el control.
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A las 14:10 horas, el vehículo volcó violentamente, cobrando la vida del joven Juan Carlos y convirtiéndolo en el mártir número 214 de los Bomberos de Chile.
Desde temprana edad, Juan Carlos Ramírez se sintió atraído por la vida de bombero. Ingresó primero al grupo de cadetes de la compañía y, cuando cumplió apenas 18 años, se convirtió en voluntario de la Primera Compañía de Huépil.
Hoy, en el 44° aniversario de su partida, fue recordado en una emotiva ceremonia póstuma en el mismo lugar donde falleció.
Fue homenajeado por sus compañeros, su familia y todos aquellos que rindieron tributo a un valiente que dio su vida para ayudar a otros.
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