Justo en el límite de las regiones del Biobío y La Araucanía, se encuentra la comuna de Renaico, donde existe una estación que aún se mantiene en pie y cuenta con 148 años de historia del boom ferroviario en el sur de Chile.

Corría el año 1876 cuando finalizaron las construcciones de la sección del ferrocarril que partía desde Curicó hasta Angol, cuyas estaciones fueron conquistando a cada pasajero. Junto a ese periodo, también se culminó la construcción e inclusión de la “Estación Negrete”.

La entrega de todo el ramal al Estado se completó el 25 de agosto de 1877, entrando oficialmente en operaciones el 1 de enero de 1878, con las celebraciones de Año Nuevo. Fue así que, con el proceso de formación del gobierno en el tema ferroviario, el Longitudinal Sur debía haber seguido hacia la capital provincial de Malleco.

El famoso tramo Renaico – Angol

Sin embargo, gracias a algunos estudios realizados por ingenieros en 1884, se forjó el tramo Renaico-Angol como rama principal, el cual se prolongó hasta la estación Traiguén. Una vez solucionado este tema, se amplió el tramo de ferrocarriles desde Renaico hasta Victoria, que se terminó en 1890.

Con el paso del tiempo, este servicio se complementó con los buses que servían como acercamiento y, en sí, para quienes querían hacer largos viajes a sus destinos. Ya en el siglo XXI, el servicio sufrió un brusco quiebre, ya que desde el año 2003, el conocido “Rápido de la Frontera” no volvió a detenerse, aunque su ausencia duró poco tiempo. Gracias al servicio nocturno de TerraSur Temuco, la estación volvió a cobrar vida.

Dos años después, en 2005, se licitaron dichas vías, y con ello la lamentable noticia de una remoción que superó los 1.740 kilómetros, lo que incluyó el ramal Renaico-Traiguén.

El comienzo del fin

Siguiendo con su lenta caída al olvido, en el año 2015 se realizó un servicio especial que unió Santiago con Temuco y, con ello, nuevamente pasó por la estación de Renaico, algo icónico para quienes recibieron a los pasajeros con actividades.

Finalmente, la estación quedó cerrada, pero bajo la tutela de ser un patrimonio vivo, considerando que su estructura se mantiene en muy buenas condiciones gracias al trabajo y resguardo de la comunidad.

Actualmente, el sector no posee servicios de pasajeros, pero su patio y las vías de la estación de Renaico se utilizan para el cruce de máquinas, y el edificio que alguna vez albergó la espera y venta de pasajes es usado por la empresa EFE para el control y trabajo de la dirección de máquinas.

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