Un nuevo robo afectó a un establecimiento comercial ubicado a pocas cuadras de la plaza de Armas de Los Ángeles, a pesar de estar situado entre dos cámaras de seguridad municipales.
El local llamado Telas Sur SPA, se dedica a la distribución y venta de diversos tipos de textiles, teniendo presencia en varias regiones del país y que había elegido nuestra comuna como central en el Biobío.
El gerente general Andrés Meza, detalló a El Contraste que “llegamos por la mañana para abrir el local, como todos los días, y nos encontramos con la situación de que los candados no estaban y la cortina estaba medio levantada. Así que entramos y nos llevamos la sorpresa”.
“Habían sustraído maquinaria, específicamente muchas cajas de cortadores de telas, que son utilizadas en la industria textil. Además de eso, también se llevaron las cámaras de seguridad y el grabador digital de video (DVR) para no dejar huellas. Nos encontramos con un desorden generalizado”, agregó.
Las maquinas robadas son cortadoras especiales que solo son usadas por unos pocos, especialmente talleres de confección, lo cual no sirve de mucho para una persona común en su domicilio.
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“Estamos evaluando los daños, que es entre un millón y medio y dos millones de pesos en máquinas robadas. También tenemos que considerar los daños físicos, que suman al menos 700 mil pesos en reparaciones. Y tener en cuenta los costos de las cotizaciones de los maestros para reinstalar todo lo que ha sido destruido”, enfatizó el gerente.
Es importante señalar que el local se encuentra a pocos metros de dos cámaras municipales de seguridad ubicadas en las intersecciones de Villagrán con Lautaro y Villagrán con Colo Colo.
Sin embargo, el propietario afirmó, que “cuando llegamos a instalarnos en este local, pensamos que estaríamos seguros debido a la presencia de dos cámaras, pero resulta que no sirven”.
“Cada vez que ocurre un delito y se necesita revisar las grabaciones de las cámaras, no se puede ver nada. Estamos desprotegidos debido a que los árboles no se podan ni se les da el mantenimiento necesario para despejar la vista y protegernos”, agregó.
Esta situación ha abierto la posibilidad de que el local comercial se vaya de la ciudad, ya que han recibido ofertas de otras comunas para instalarse.
“Somos distribuidores de telas y nuestro objetivo es ayudar a la comunidad ya los pequeños talleres a evitar costos excesivos y contribuir a la disminución de la inflación. En una reunión, se planteó la posibilidad de cambiar de ciudad debido a los constantes robos, ya que esta es la tercera vez que nos roban”, detalló.
“La primera vez fue un rollo de tela, que no pasó de un descubierto durante la descarga. La segunda vez, ingresaron al local, y esta última vez ha sido el robo más grave hasta ahora”, afirmó.
Por último, Andrés Meza explicó que, de irse, diez personas se quedarían sin trabajo, ya que el local opera en turnos, y también se verían afectados aquellos que trabajan en las bodegas ubicadas en el camino a Santa Clara.
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