Ante el aumento de los hechos de violencia, que incluso han terminado con personas lesionadas por bala y armas cortopunzantes, se está buscando fortalecer la seguridad con el uso de brigadas caninas en los establecimientos educacionales del Biobío.
La violencia en los colegios de nuestra zona y otras regiones del país ha alcanzado niveles preocupantes. Episodios de agresiones físicas entre estudiantes, amenazas y la aparición de armas blancas e incluso de fuego dentro de recintos escolares. Lo que han generado una creciente sensación de inseguridad entre docentes, alumnos y apoderados. La situación ha encendido las alarmas tanto en las comunidades educativas como en el ámbito político.
Funcionarios y trabajadores de la educación han expresado reiteradamente su inquietud por la falta de herramientas efectivas para abordar este tipo de conductas. Que muchas veces sobrepasan la capacidad de gestión de las escuelas. Frente a esta realidad, surgen nuevas propuestas que buscan reforzar los mecanismos de prevención y contención en el entorno escolar.
Mayor seguridad en recintos del Biobío
En este contexto, la diputada Karen Medina (Indep-DC), representante de la región del Biobío, presentó una iniciativa destinada a implementar brigadas caninas policiales en los establecimientos educacionales como una forma de prevenir la entrada de drogas, armas y otros elementos de riesgo. La propuesta fue formalizada mediante una carta enviada al Presidente Gabriel Boric. En la que la parlamentaria solicitó respaldo para impulsar el proyecto desde el Ejecutivo.
“Estas propuestas son proporcionales a la magnitud del contexto actual y representan una respuesta proactiva a la necesidad de crear condiciones mínimas de seguridad en los recintos educativos”, expresó Medina en el documento. Enfatizando que la iniciativa está diseñada bajo los principios de la Ley N.º 21.128 “Aula Segura”. Y con pleno respeto a los derechos de los estudiantes.
La parlamentaria recalcó que la violencia escolar ya no es un fenómeno aislado, sino un problema estructural que debe ser abordado con decisión. “El Estado no puede permanecer indiferente frente a una realidad que está afectando la integridad de nuestros niños, niñas, jóvenes y trabajadores de la educación. Urge una acción coordinada y efectiva”.
La propuesta contempla que las brigadas caninas actúen de manera preventiva y con protocolos claros. Contribuyendo a generar ambientes más seguros y a restaurar la confianza de la comunidad educativa en la capacidad de respuesta del sistema.
“Si se hacen esfuerzos para tener una colaboración efectiva, se podrán dar pasos significativos hacia una educación pública más segura y protegida. Que priorice el bienestar de todas las comunidades escolares”, concluyó la diputada.
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