En una decisión que ha generado intensos debates y tensiones políticas, la Cámara de Diputados rechazó por estrecho margen la acusación constitucional presentada contra el Ministro de Educación, Marco Antonio Ávila. Tras el hecho, el presidente Gabriel Boric se pronunció rápidamente sobre esta resolución, destacando el triunfo de la justicia y la razón en este proceso.
El presidente Boric, a través de su cuenta de Twitter, manifestó su satisfacción con la decisión: «Han triunfado la justicia y la razón. Se ha rechazado la acusación constitucional contra el Ministro de Educación y profesor Marco Ávila (la cuarta que la derecha presenta en menos de año y medio de gobierno). Su falta de sustento jurídico y carácter homofóbico quedaron en evidencia».
Estas palabras reflejan la postura del mandatario, quien considera que la acusación no contaba con fundamentos legales sólidos y denuncia la presunta motivación homofóbica detrás de ella.
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El Presidente Boric también hizo hincapié en la importancia de mejorar la calidad de la educación en el país, señalando que este es uno de los principales desafíos de su gobierno. «Nuestra prioridad como gobierno es mejorar la calidad de la educación que reciben todos los niños y niñas de nuestra patria. Y en ese desafío tenemos muchísimo trabajo, que espero concite unidad nacional. En ello nos jugamos el futuro de Chile», afirmó.
Por su parte, el ministro Ávila, quien enfrentaba esta acusación, calificó el proceso como injusto y reafirmó su compromiso con el cumplimiento de las leyes y la Constitución. «Nunca he infringido las leyes ni la Constitución. Soy un firme defensor de la democracia y la Constitución, de las herramientas que esta contiene para fiscalizar y mejorar el accionar de las autoridades», enfatizó Ávila.
El rechazo de la acusación constitucional se produjo luego de una extensa sesión de más de seis horas, donde los diputados debatieron y emitieron su voto. Con un resultado final de 69 votos a favor y 78 en contra, el libelo fue rechazado por un estrecho margen.
Este episodio ha dejado en evidencia las divisiones y tensiones políticas que actualmente se viven en el país. Mientras el gobierno celebra la decisión como una victoria para la justicia y la razón, la oposición ha manifestado su descontento y ha cuestionado la validez de los argumentos esgrimidos durante el proceso.
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