Se había marchado con camas y petacas. Ya lo había hecho Víctor Pérez para instalarse en Chillán, agotado de tanto pelambre en Bíobio, peleas internas, afanes senatoriales de la Van Ryssenberghe, en fin, Bíobio era un desagrado. “Me voy”, dijo un tarde cualquiera y recogió todas sus cosas incluyendo su mujer que estaba feliz en Los Angeles y hasta luego.
Felipe Harboe se le había adelantado. Mal que mal fue uno de los puntales de la nueva Región de Ñuble y por cierto los chillanejos, se lo agradecían mucho. Además, nació una circunscripción senatorial, francamente agradable, todo cercano, muy campesino, tranquila, todo bien. El problema que también estaba ahí Jorge Sabag. Y frente a su afán social, además algo más derechista que sus colegas de la DC, que lo hacía mas apetitoso en la juerga electoral de la nueva región, Harboe, simplemente colapsó.
Es verdad, prestarse para mil reuniones chicas en las 21 comunas y en los diversos barrios de los dos Chillán, se tornaría en una, “función pública”, incómoda y excesivamente aburrida. Entonces, una mañana cualquiera, después de declarar que, “no sé si postulo nuevamente al Senado”, se acuerda de Los Angeles, sus comunas, bastante mas apáticas que Ñuble, además de Arauco que “Monsalve se encargará de juntarme los votos de la zona”, y parte de regreso.
Es cierto que en algún momento, de los tres senadores que deberán elegirse, dos parecían ser de Chile Vamos, sin embargo, tanto el Presidente Piñera, con todos los desaciertos conocidos y muchos más que sin duda vendrán, además de la suma de peleas de la senadora Jacqueline con diputados y dirigentes UDI, en que solo va quedando parado el concejal de Los Angeles, (que ha subido de peso últimamente), la cosa para Chile Vamos, se torno insostenible en ese afán de dos Senadores electos.
Esto hace mucha fuerza a Harboe que llega justo cuando, algo insólito, el Presidente Regional RN, advertía que un Padre e Hijo, no se hablaban. El problema era que el Padre era un Alcalde y el hijo un Gobernador.
Entonces, hábil al fin, juntó a todos los alcaldes, en vista que le creyó al Presidente RN, que si el hijo no hablaba con su Padre-alcalde, era lógico pensar que tampoco hablaba con el resto de los Alcaldes. Entonces, Harboe hizo el papel de Gobernador y en reunión virtual, con los alcaldes de Biobío, lo primero fue obtener de ellos un apoyo al Padre-Alcalde, cosa que los alcaldes, algo aburridos, porque no los tomaban en cuenta hace ya tiempo, se cuadraron con el apoyo y luego conversó un Plan de Desarrollo para la provincia. Quedaba instalada una mesa “Harboe-Alcaldes”, que se fortaleció aun mas, al saber que la JVR. anunciaba su apoyo irrestricto al Gobernador. Así las cosas, Biobío se quebró en su débil unidad.
Mario Ríos Santander