Las llamadas a los niveles de emergencia en Los Ángeles han ido en aumento de manera significativa, pero solo en Carabineros el 30% de estas corresponden a verdaderas emergencias; el resto son pitanzas o consultas.
Cada día, el nivel 133 recibe miles de llamadas alertando sobre diversas situaciones. Sin embargo, no todas corresponden a hechos de urgencia, ya que muchas personas utilizan esta línea para realizar consultas. Bloqueando así la posibilidad de atender una necesidad real de ayuda para alguna persona o familia que lo requiera.
En el mes de julio, según los datos entregados por el prefecto de la Prefectura Biobío, mayor Marcelo Salas, la Central de Comunicaciones recibió más de 20.500 llamadas telefónicas. De estas, el 70%, es decir, 14.500, correspondieron a pitanzas o consultas, como preguntar por la farmacia de turno u otras de distinta índole.
“4.600 de las llamadas ingresadas generaron algún tipo de procedimiento. En sí, nuestra Central de Comunicaciones, Cenco, recibe cada dos minutos una llamada telefónica”, explicó el prefecto en Los Ángeles.
Asimismo, se indicó que muchas llamadas son realizadas para consultar, por ejemplo, la farmacia de turno o incluso la hora, especialmente cuando se produce el cambio horario. “Que este tipo de llamadas no sean contestadas y que tampoco se entregue información sobre eso; el 133 es un número de emergencia”, recalcó.
Tras lo anterior, el llamado a la ciudadanía hacer un uso responsable de los números de emergencia 132 (Bomberos), 133 (Carabineros) y 131 (SAMU). Ya que su mal uso puede retrasar la atención de quienes realmente lo necesitan.
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