Una compleja situación vivió una empresaria de Los Ángeles tras recuperar por sus propios medios vehículos sustraídos desde su empresa. A pesar de contar con pruebas y antecedentes que vincularían a los responsables, denuncia inacción de las autoridades y asegura sentirse desprotegida frente a los hechos.
El caso le sucedió a Daisy Guzmán Retamal, representante legal de la empresa Selec, denunció públicamente una grave situación ocurrida tras el millonario robo que afectó a su empresa en febrero pasado. A pesar de haber recuperado por sus propios medios dos camionetas robadas en el ilícito, acusó falta de acción por parte de Carabineros y aseguró que los responsables siguen libres.
El hecho se remonta al 24 de febrero, cuando desconocidos sustrajeron desde la empresa dos camionetas —una Toyota Hilux y una Mitsubishi L200—. Sumado a más de 200 kilos de cobre y herramientas de alto valor destinadas a trabajos eléctricos. La empresa presentó la denuncia correspondiente y entregó antecedentes que apuntaban a trabajadores recién contratados, pero, según relata Guzmán, no se obtuvieron avances significativos en la investigación.
Todo cambió la noche del miércoles 9 de abril, cuando Guzmán recibió una llamada anónima informando que las camionetas estaban ocultas en Villa El Membrillo, comuna de Yungay. Junto a su familia viajó hasta el lugar, donde, tras ingresar a una vivienda, confirmó que ambas camionetas estaban allí. Una de estas estaba con placas clonadas y modificada, y la otra escondida con una malla plástica.
«Una de las camionetas estaba completamente desmantelada. Le quitaron todo el equipamiento de trabajo, que tiene un alto costo», explicó Guzmán. Carabineros llegó al sitio tras su llamado, pero, debido a que la familia había ingresado sin orden judicial, la fiscal de turno no autorizó el ingreso formal al inmueble.
Las camionetas robadas en Los Ángeles encontradas en un domicilio
El dueño de la propiedad se presentó en el lugar y reconoció haber arrendado la casa el 9 de marzo a una persona identificada como uno de los sospechosos, ex trabajador de la empresa. Pese a esta conexión directa, no hubo detenciones debido a que no era parte del delito y aparentemente no tenía idea de lo que sucedía.
Lo más grave ocurrió al día siguiente, cuando Carabineros se retiró del lugar tras un cambio de turno. Minutos después, dos de los presuntos autores del robo llegaron al sitio, lo que fue advertido por la familia. «Los enfrentamos, salieron corriendo, se subieron a un auto y escaparon. Los reconocimos plenamente. Uno de ellos incluso aparece en nuestros videos manipulando la camioneta robada», afirmó Guzmán.
La empresaria denunció que, pese a contar con videos, fotografías, documentos y testigos que vinculan a los autores con el robo, las autoridades no han detenido a nadie. Carabineros, según su testimonio, les indicó que al tratarse de otra región (Ñuble), no podían actuar.
Finalmente, tras contratar a un cerrajero para abrir las camionetas, los afectados lograron retirarlas del lugar y las trasladó a la comisaría de Chillán. Sin embargo, allí les informaron que los vehículos ya no figuraban con encargo por robo y que debían acudir a la Fiscalía de Yungay para continuar con el proceso.
«Nos dejaron solos, abandonados, sin protección, con los delincuentes a pasos de nosotros. Si no hubiéramos actuado por nuestra cuenta, nunca habríamos recuperado nuestras camionetas. ¿Qué más necesitan? ¿Que nos pase algo?», cuestionó la empresaria.
Actualmente, las camionetas se encuentran nuevamente en manos de la empresa, pero sin justicia ni responsables detenidos en Los Ángeles. Guzmán exige que el caso no quede impune y llama a las autoridades a actuar con celeridad.
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