Facebook | Línea 10

Lamentablemente, el trabajo normal de la línea de colectivos Orompello – Villa España ha estado siendo afectado por diferentes actos delictivos, que no solamente han involucrado asaltos a los conductores, sino también a sus garitas en Los Ángeles. 

La línea de colectivos 10, se ha visto gravemente afectada por una serie de robos que han complicado su funcionamiento diario. Según Heraldo Sangüesa Arriagada, representante legal de la línea, en los últimos meses han sufrido tres incidentes delictivos, incluyendo la sustracción de equipos esenciales para la operación de la garita y daños significativos en las instalaciones. 

«Primero hubo un intento de robo, luego se llevaron un televisor, calefactor y un equipo de música. Y en el último incidente, robaron el equipo de amplificación y destrozaron todo adentro», comentó Sangüesa.  

Pese a que cuentan con cámaras de seguridad, los delincuentes continúan actuando con impunidad, y las denuncias presentadas a la fiscalía aún no han tenido respuesta. «Estamos esperando que nos llamen, pero no sabemos cuándo sucederá», agregó, visiblemente preocupado. 

Los daños materiales han superado los 300 mil pesos, sin contar los destrozos, en el último hecho violento. «Forzaron puertas, botaron archivadores y destruyeron los muebles», explicó Sangüesa, quien también resaltó la necesidad urgente de mayor protección policial en la zona. 

Falta de seguridad y complicaciones operativas para los colectivos

Actualmente, la línea de colectivos no cuenta con seguridad privada en el recinto afectado, ya que arriendan el espacio de forma temporal mientras esperan la aprobación de un nuevo terminal. «Llevamos más de un mes esperando que la Dirección de Obras revise la carpeta por segunda vez, para poder trasladarnos a un sector más seguro», señaló el representante. 

Los constantes robos han complicado el trabajo cotidiano de los conductores, ya que sin los equipos robados, deben organizar la salida de los autos «a viva voz». Además, la situación ha generado temor entre los trabajadores y usuarios debido a la inseguridad, no solo en la garita, sino también en las rutas.  

«Hace un mes, a un chico le dieron con una pistola en la cabeza y le rompieron los brazos durante un asalto. De miedo, se terminó yendo», relató Sangüesa. 

El representante de la línea 10 enfatizó que los robos y asaltos ocurren con frecuencia, especialmente en Villa Los Profesores. «El gran problema es que estos incidentes suceden incluso a plena luz del día», concluyó, haciendo un llamado a las autoridades para que tomen medidas concretas y mejoren la seguridad en la zona. 

La falta de respuesta por parte de las autoridades y la constante amenaza de robos no solo afectan la operación de los colectivos, sino también la seguridad de los usuarios y trabajadores, quienes viven con preocupación ante la falta de soluciones efectivas. 

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