Un grave hecho de violencia ocurrió durante la semana en el país centroamericano, donde una menor fue secuestrada y asesinada por tres personas, quienes fueron linchados por la población en señal de rabia ante la nula respuesta de las autoridades.

La conmoción ha sacudido a todo el país mexicano luego de que una niña de tan solo 8 años fuera secuestrada el pasado 27 de marzo. La menor, identificada como Camila Gómez, había acudido a la casa de una vecina en Taxco, estado de Guerrero.

La pequeña, vistiendo solo un short y una camisa, fue invitada por la mujer a pasar la tarde jugando en la piscina. Sin embargo, los vecinos manifestaron que la niña nunca llegó a dicha vivienda, por lo que fue reportada como desaparecida.

Minutos más tarde, la madre de Camila recibió una llamada de desconocidos exigiendo 250,000 pesos mexicanos para liberar a la pequeña. Incluso se demostró que la madre había ido a consultar en la casa de la vecina implicada, pero no recibió respuesta positiva.

Al día siguiente, durante la madrugada del 28 de marzo, el cuerpo de Camila fue encontrado en la carretera que une Taxco con Cuernavaca, desatando la indignación de familiares, amigos y vecinos.

Enfurecidos, algunos vecinos se dirigieron al domicilio de los presuntos implicados, la mujer y dos hombres, quienes fueron linchados por la multitud, siendo posteriormente rescatados por la policía.

Horas más tarde se informó que la mujer implicada en la desaparición y el homicidio murió a causa de las graves lesiones tras el linchamiento por parte de los pobladores de Taxco.

Se conoció también que uno de los hijos de la mujer falleció a causa de las graves lesiones, mientras que el tercer implicado se encuentra en estado crítico y con riesgo vital internado en un hospital local.

Esta situación ha causado conmoción en la comunidad, generando protestas y bloqueos de calles, exigiendo justicia por este nuevo homicidio que enlutó al país mexicano.

Finalmente, durante la última jornada, cientos de personas caminaron por las calles de Taxco y Guerrero acompañando a la familia de la pequeña Camila Gómez en su despedida rumbo al cementerio municipal local.

Es importante destacar que, a pesar de que la ceremonia estaba destinada a ser familiar, muchas personas quisieron despedirse con globos blancos y pancartas, indicando que, frente a esta tragedia, continuarán protestando.

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