Una extraña, insólita y preocupante situación afectó a una mujer en un restaurante camino a Antuco, en Los Ángeles.
El hecho sucedió el pasado 7 de julio, cuando una mujer, quien solicitó no identificarse por miedo a represalias, conducía junto a sus dos hijos, uno de 11 y el otro de 5 años, por la ruta Q-45. En un momento, mientras iba en ruta, se percató que algo extraño sucedía.
“Ese día programamos una salida con mis hijos, de 11 y 5 años que tienen, para ir a Antuco. Como a la 1 de la tarde, a mitad de camino, queríamos pasar a comer unas empanadas a una picada que hay en un restaurante camino a Antuco, donde ya habíamos ido antes”, contó.
Sin embargo, “sucede que en el transcurso del viaje, se acerca una camioneta bastante a mi auto, demasiado. Yo le comenté a mi hijo que cuando aprenda a manejar no tiene que hacer eso. Pero, detrás de la camioneta venía un auto blanco que intentaba adelantar y en un momento lo adelantó y se puso justo delante de mi auto”.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR
- Incendio destruyó por completo la Comisaría COP de Punta Arenas
- Barricadas y un auto quemado deja intento de robo en Mulchén
- Nacimiento: Primos mueren con un día de diferencia en el mismo lugar
Coincidentemente, en ese momento, la denunciante llegó al restaurante, por lo que desvió su auto y se estacionó. Pero le causó terror lo que vio en los segundos posteriores, cuando llegó el auto blanco y se estacionó al lado de su vehículo. Ella quiso salir, pero el personal le sugirió que no lo haga porque estaban merodeando su auto.
Una persona salió a verificar lo que había sucedido y le comunicó que le habían reventado un neumático. Todo ese proceso quedó registrado por las cámaras de televigilancia.
“Ahí una señora se acerca y me dice, que no cambie la rueda, que llame a alguien que me venga a buscar o que consiga una grúa. ‘¡Esos que están ahí, claramente no pasaron a comprar y están esperando a alguien!'», sostuivo.
Tras lo sucedido, llamó una grúa y regresó a su domicilio sin entender bien lo que le tocó vivir. “Esto es primera vez que me pasa. Yo conversaba con el dueño del local, que en otras veces, cuando seguían un auto, rompían el vidrio y todo, pero acá nada. Igual mi auto es súper sensible, tiene alarma y todo, y no tuvieron ningún intento de abrirlo, sino que directo al neumático», aseveró.
Afortunadamente, la situación no pasó a mayores, pero si generó temor en sus hijos y en ella. «Cada vez que ven ahora un auto blanco, se asustan porque algo podría pasarnos», cerró.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Instagram, Twitter