Una dramática escena se vivió la tarde del jueves, luego que un incendio terminara con 15 cachorritos calcinados en el criadero de Los Ángeles.
La alarma se dio pasadas las 16:30 horas, tras lo cual se movilizaron tres unidades de la Quinta Compañía del Cuerpo de Bomberos. La central indicaba que la emergencia ocurría «en el puente Rarinco, un kilómetro en el criadero de perros».
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Hoy, profundamente afectado, Luis Díaz conversó con El Contraste sobre lo que aconteció. Está muy dolido por el tratamiento que le han dado a la información. Esto porque asegura, que un medio escrito publicó fotografías de perros enjaulados que no se condicen con la realidad. «Esas no son fotos de aquí, yo no tengo ningún perro enjaulado», declaró.
«Me duele mucho que muestren jaulas y confundan a la gente mostrando porquerías que no corresponden a lo que uno ha dedicado con tanto cariño a ellos», expresó.
El incendio
El criador, contó que «murieron los más chiquititos. Yo los tenía calentitos en mi oficina porque hacía frío. La intención mía era darles calor».
En el lugar en que se encontraban, «estaban todos con calefacción y luces, hay una luz roja que es para la calefacción de ellos y se cree que pudo originar el cortecircuito. No podría haber habido otra posibilidad».
Cuando llegó al lugar, relató que la oficina estaba envuelta en llamas. «El fuego ya salía por las ventanas, no nos podíamos acercar ni nada, no podíamos abrir las puertas. Aparte de echar agua para tratar que esto no se propagara para otros lados, sacamos a todos los demás perros de alrededor de sus caniles para salvarlos».
Luis Díaz, indicó que «esto es muy doloroso. Lo que pasó fue un accidente, porque el criadero se preocupa por los animales».
«Este no es un criadero clandestino, yo he dedicado mi vida a esto. Tengo más de 30 años trabajando y aquí los perritos se cuidan como si fueran hijos», aseguró.
Relató que «yo dejé mi trabajo, dejé montón de cosas en mi vida por criar a mis perros. Estoy más preocupado de mis perros que de cualquier otra cosa y esto me afecta mucho. La oficina a mí no me importa, esa la puedo hacer de nuevo, pero las vidas que perdí son las que me duelen».
Finalmente, dijo que «yo ya estoy jubilado y ya no necesito plata, pero hago esto porque amo a mis perros. Es lo que más me gusta en la vida y voy a seguir trabajando por ellos porque los adoro».
«Yo soy capaz de posteergar todo por mis perritos, me invitan a veces a un asado o a una reunión y yo no voy, me quedo con mis perros y lo seguiré haciendo. Esto es una tragedia para mi y para quienes trabajan en este criadero», concluyó.