Este 12 de mayo será un día de fiesta para todas y todos aquellos que hemos decidido portar el uniforme azul y entregar nuestras vidas al servicio y el cuidado de la salud de la sociedad. Me refiero a las y los Enfermeros.
Por convención del Consejo Internacional de Enfermería, se celebra el natalicio Florence Nightingale, nacida un 12 de mayo de 1820 en Londres, Inglaterra. Fue ella quien, en medio de la precariedad, la guerra y la muerte ejerció con vocación y dignidad la Enfermería. Fue así como Florence, en medio del rigor, sentó las bases y elevó la Enfermería a que alcanzara el reconocimiento y estatus de ciencia de la salud y de profesión.
No fue hasta el año 1906, cuando en nuestro país se funda la primera Escuela de Enfermería, pero no solo de Chile, sino que también de Sudamérica.
Cuando la epidemia de Polio azotó al mundo, una práctica común era atar e inmovilizar a los pacientes hasta que, una Enfermera (Elizabeth Kenny), descubrió que el movimiento y la terapia física tenían por lejos mejores resultados.
En los años 50, la ictericia era causa de mortalidad infantil hasta que, una enfermera, encontró que unas tres horas de exposición solar curaba esta condición, me refiero a la Enfermera Jean Ward.
La parálisis cerebral durante décadas, impidió a muchos pacientes tener la simple capacidad de hablar hasta que, una Enfermera (Rebecca Koszalinski) les devolvió sus voces a través de una aplicación e instrumentos tecnológicos de última generación.
Hoy, post pandemia, hemos podido demostrar que el pilar fundamental del sistema sanitario es Enfermería, la cual evitó su colapso, junto a la colaboración de todo un equipo multidisciplinario.
Por ello, también hago un gran y sentido reconocimiento a todas/os aquellos que durante esta pandemia han pagado con su vida para poder salvar la vida de otros.
Un abrazo fraterno a sus familiares.
Hoy, las enfermeras/os, junto a los equipos de salud se ven enfrentados a diferentes dificultades: Cesantía, inestabilidad y precariedad laboral.
A lo anterior, se suman las largas y extenuantes horas de trabajo, donde se ven sobrepasados luego del despido de cerca 10.000 funcionarios hace 2 meses y el creciente aumento de usuarios que migraron desde Isapre a Fonasa.
Para peor, hay que sumar la grave crisis de salud mental que provocó la pandemia pasada. La discriminación por género o hacia colegas neurodivergentes. Qué decir del bullying laboral que ha hecho merma a tal punto que, tristemente, cada cierto corto tiempo, sabemos de colegas que en la desesperación han decidido terminar con sus vidas.
Hoy somos testigos de cómo en, medio de balaceras e incluso en contra de la agresión verbal y física del personal de sanitario, Enfermería sigue estando al frente del cuidado de la salud de toda la sociedad, sin dar ningún paso atrás.
Pareciera que la historia de la Enfermería, inevitablemente está ligada a contextos de sacrificios y de rigor y, a pesar de ello, siempre sale airosa. Cada vez con más dignidad y demostrando que somos la columna vertebral que sostiene al sistema de salud completo.
Hoy es el día para celebrar todo lo alcanzado desde Florence, recordar a quienes nos precedieron, y también para seguir luchando para que Enfermería crezca y sea más grande para construir un modelo de salud más eficaz, empático y humano. Para que la salud en Chile sea cada vez más digna para todos aquellos que en su vulnerabilidad acuden y confían en la red asistencial, sus enfermeros/as y todos aquellos que componen los equipos de salud.
Porque Enfermería es la hospitalidad del hospital. Porque Enfermería no es medicina de segunda, son cuidados de primera. Las Enfermeras/os cambian vidas, y eso cambia todo.
Feliz día de la Enfermería a todas las y los Enfermeros. Feliz día de la Enfermería hijas e hijos de Florence Nightingale.
Chile es una mesa para todos.
EU. Francisco Muñoz Almendras
Enfermero | Diplomado en Docencia.
Ciudadano | Columnista Diario El Contraste.
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