Partir señalando que una Constitución y el triunfo del Apruebo no es la solución inmediata a las necesidades de los ciudadanos de nuestro país y que para lograr los cambios que anhelamos para el futuro, además del cambio constitucional, se requiere de muchos otros factores, por cuanto este marco jurídico general, solo constituye un marco regulatorio que durante los próximos años de vigencia, sienta las bases para guiar y regular el desenvolvimiento político, económico, cultural de nuestro país.

Dicho lo anterior, me parece oportuno expresar algunas reflexiones sobre lo que logramos como país el domingo 25 de octubre del 2020 con esta inédita experiencia, sobre todo porque estimo que este plebiscito generó gran expectativa y controversia no tan solo en nuestro país (por algo los ojos del mundo estaban puestos en lo pasaba en Chile), por tanto, planteo estas ideas no como verdades, sino como opiniones de un ciudadano angelino que ama la democracia, que la prefiere por sobre cualquier otro sistema de gobierno, que quiere dimensionar lo que logramos, los desafíos que se nos vienen y los efectos de este acontecimiento.

Parto señalando que en Chile ganó la democracia, a pesar de las dificultades que nos puso el Covid 19, cumplimos con nuestro deber cívico acudiendo a las urnas como nunca antes desde que el voto es voluntario. Por años cuestionamos que lo jóvenes no participaban en las elecciones por falta de compromiso, ha quedado demostrado que los jóvenes si están comprometidos, pero lo están con las causas que realmente les parecen importantes, justas y significativas, como también se ha demostrado que su apatía anterior, era una forma de manifestar su desacuerdo con las conductas políticas predominantes hasta ahora.

La amplia victoria del Apruebo, nos permitirá cambiar una constitución de 40 años de vida, hecha en dictadura, que privilegió un sistema capitalista e individualista, con este abrumador triunfo renace en Chile la esperanza, la posibilidad de abrir puertas y ventanas para expresar nuestros sueños de futuro para nuestro país, con justicia social, más equitativo y solidario, centrado en las personas, es la oportunidad para soñar con un modelo de desarrollo más humano, que respete y valore la cultura de los pueblos originarios, que respete y proteja el medio ambiente, un país donde los servicios fundamentales como el agua, la educación, la salud o la previsión no sean un bien para lucrar, sino un derecho de todos los ciudadanos.

Durante la noche del domingo y días posteriores la gran mayoría estaba feliz adjudicándose el triunfo y tal vez sea razonable porque votaron por el Apruebo, pero cuidado este triunfo empezó a gestarse un año antes, precisamente con el protagonismo de los que llamamos apáticos desinteresados y …, fueron ellos quienes nos demostraron que era posible cambiar lo que las generaciones adultas en las últimas décadas solo habíamos logrado cambios de maquillaje, estos últimos meses o semanas se ha podido cambiar la constitución actual para realizar el plebiscito, se ha logrado la incorporación de la paridad de género, la aprobación de cuotas de constituyentes para el pueblo indígena o retiro del 10%, que permitió avanzar en la solución de un problema económico real, pero además se puso en jaque un sistema de AFP, por tantos años cuestionado y que el Gobierno esta vez no capaz de vetarlo ni llevarlo al Tribunal Constitucional, son a mi juicio logros históricos con la fuerza la fuerza incontenible de la movilización social.

Ahora viene el gran desafío, la necesidad de llegar a consensos, no olvidemos que su aprobación requiere de un quorum de 2/3, eso significa que un tercio puede poner en riesgo los sueños de una amplia mayoría. En estos días ha trascendido un video donde la UDI saca cuentas alegres, señalando que su pacto de partidos de derecha, podrían sacar un tercio de los convencionales y con ello bloquear cambios importantes a la actual constitución, eso demuestra lo difícil que será para todos los movimientos sociales y partidos políticos de oposición, de ahí la importancia de propiciar el mayor empoderamiento e información posible de los ciudadanos a través de los diferentes organizaciones, de tal forma de posibilitar los grandes consensos y de esta forma los cambios que el país necesita.

Chile está cambiando y lo está haciendo con herramientas democráticas, es el momento de confiar, de creer en los jóvenes, de analizar las prácticas tradicionales y cambiar, como seres humanos inteligentes, dejar las practicas reñidas con la justicia, lo ético y moral, debemos seguir participando en la elección de los constituyentes, dialogando en los futuros cabildos donde podremos expresar nuestras propuestas y sueños del país que queremos y finalmente en el análisis y votación de la nueva constitución que nos propongan nuestros representantes, todo esto espero en un clima democrático, fraterno y de mucho dialogo, esa es la responsabilidad de todos y todas.