Memoria Chilena | Dïa del Trabajador

Cada 1° de mayo, el mundo conmemora el Día Internacional del Trabajo, una fecha marcada por la memoria, y la conquista de derechos laborales. Lo que hoy se reconoce como una jornada de reflexión y reivindicación nació entre las llamas de la Revolución Industrial, cuando miles de obreros en Chicago se levantaron en 1886 para exigir una jornada laboral de ocho horas.

Aquella lucha, que terminó con lamentables cifras, sembró las bases del movimiento obrero internacional. Y que hoy en día se enmarca en el cambio y evolución que se ha tenido para los trabajadores.

Pero en si, la historia del Día del Trabajador tiene su origen en Estados Unidos, en medio de condiciones laborales extenuantes que obligaban a hombres, mujeres y niños a trabajar hasta 16 horas diarias. Fue así que el 1 de mayo de 1886, más de 80 mil trabajadores estadounidenses se declararon en huelga general.

Siendo Chicago como epicentro de la protesta, la represión alcanzó su punto máximo tres días después, cuando una bomba estalló durante una manifestación en Haymarket Square. Varios líderes sindicalistas anarquistas fueron enjuiciados y ejecutados, convirtiéndose en los denominados Mártires de Chicago.

En honor a su sacrificio, el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, reunido en París en 1889, proclamó el 1° de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores. Desde entonces, la fecha ha sido símbolo de las luchas obreras en el mundo y de manifestaciones.

El Día del Trabajo en Chile

En Chile, la conmemoración del 1° de mayo llegó 42 años después, pero la lucha de los trabajadores ya tenía una historia en el siglo XX. Las primeras expresiones del movimiento obrero surgieron en los centros mineros del norte y en los puertos del país. Con artesanos y obreros organizándose en mutuales para enfrentar las duras condiciones de vida.

Entre 1902 y 1908, el país vivió una escalada de movilizaciones sociales: la huelga portuaria de Valparaíso en 1903, la huelga de la carne en Santiago en 1905. Siendo la más impactante, la trágica masacre de la escuela Santa María de Iquique en 1907. Donde fueron asesinados cientos de trabajadores del salitre y sus familias por exigir mejoras laborales. Estos hitos marcaron la conciencia social de una nación que comenzaba a reconocer la fuerza de sus trabajadores.

El movimiento obrero se consolidó con la fundación de la Federación Obrera de Chile (FOCH) en 1909. Y con el nacimiento del Partido Obrero Socialista (POS) en 1912, liderado por Luis Emilio Recabarren. Desde entonces, la lucha por el descanso dominical, viviendas dignas y leyes laborales como la de Accidentes del Trabajo fue dando frutos.

Una memoria vigente

Según Memoria Chilena, tras 1917, los sindicatos vivieron un auge sin precedentes: entre ese año y 1920 se registraron más de 130 huelgas. Con la incorporación del campesinado y el apoyo de organizaciones estudiantiles, las demandas obreras se proyectaron hacia el corazón de la política nacional.

Hoy, más de un siglo después, el Día del Trabajador sigue siendo un llamado a la memoria colectiva. En cada marcha y acto conmemorativo, resuena el eco de aquellos que, desde Chicago hasta Iquique, dieron su vida para que trabajar no fuera sinónimo de explotación, sino un derecho digno y respetado.

Agencia UNO

Revisa más noticias nacionales y la contingencia de Los ÁngelesRegión del Biobío, en El Contraste. Síguenos también a través de Facebook para mantenerte al tanto de lo que está pasando.