Nuevos detalles sobre la desaparición de María Ercira Contreras, una mujer de 86 años, revelan información que complica aún más el misterio. La adulta mayor fue vista por última vez el 12 de mayo en el fundo Las Tórtolas, ubicado en Limache. Sin embargo, la investigación ha descubierto movimientos bancarios sospechosos que ocurrieron poco después de su desaparición.

El 21 de mayo, a los nueve días de la desaparición, se registró una transferencia electrónica de $420.000 desde la cuenta de María Ercira a Myriam Ramírez, esposa de su hijo Maximiliano. Este movimiento llamó la atención de los investigadores, ya que se cuestionó si una persona desaparecida podría haber realizado una transacción.

Las transferencias no cesaron, según se dio a conocer en Contigo en la Mañana. Estas continuaron con montos de $421.000 el 21 de junio, $842.000 el 23 de agosto y $423.000 el 20 de septiembre, sumando más de 2 millones de pesos en total. Este patrón de pagos ha incrementado la preocupación sobre la desaparición y el uso de los fondos de la mujer.

Carla Hernández, nieta de María Ercira , explicó que su madre maneja la pensión de su abuela, pero aclaró que las transferencias fueron destinadas a cubrir los gastos legales que la familia ha tenido que afrontar debido a la desaparición. «No tengo el detalle de las transferencias, pero sí sé que se han seguido haciendo«, aseguró en una entrevista con CHV.

Por su parte, Myriam Ramírez, quien vivió con María Ercira durante 18 años, compartió un emotivo recuerdo durante una entrevista en agosto. Relató una conversación con la adulta mayor el sábado antes de su desaparición, en la que le expresó su gratitud por los años que pasaron juntas. «Yo después reflexioné y digo: ¿habrá sido una despedida?«, comentó Ramírez, quien aún mantiene la esperanza de que su suegra regrese.

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