El equipo de investigación liderado por los fiscales Xavier Armendáriz y Francisco Jacir se trazó como objetivo localizar al taxista que transportó al exsubsecretario Manuel Monsalve y a su subalterna, víctima de violación, al Hotel Panamericano la noche del 22 de septiembre. Tras revisar cámaras de seguridad, confirmaron que el taxi fue abordado en calle San Francisco, a cuatro cuadras del restaurante Ají Seco Místico.
Cuando los investigadores ubicaron al taxista, identificado como F.A.P., este recordó con precisión los hechos de aquella noche. “A la altura del número 22 de calle San Francisco dirección sur, me hizo parar una chica que se encontraba acompañada de un sujeto mucho mayor que ella”, declaró según informó durante la jornada de este viernes La Tercera.
Según su relato, la joven, visiblemente alterada, intentó ingresar al vehículo por la ventana del conductor y le pidió ayuda: “La chica me pidió ayuda y me dijo que no se quería ir con el sujeto con el que estaba”.
El chofer ofreció a la mujer sentarse en el asiento del copiloto mientras el hombre ingresaba al vehículo por la parte trasera. En ese momento, Monsalve dio la primera instrucción: “Dijo que fuéramos al domicilio de la chica, cerca de Estación Mapocho”.
Joven no paraba de vomitar
Durante el trayecto, F.A.P. notó el mal estado de la joven, quien no dejaba de vomitar, lo que lo obligó a detenerse en Lord Cochrane con Alonso de Ovalle. “Tuve que parar porque ella no paraba de vomitar. Le pedí al hombre que me ayudara a limpiar, pero no hizo nada. Tuve que hacerlo yo”, aseguró.
Al llegar al domicilio de la mujer, Monsalve le entregó $20.000 al taxista por las molestias causadas, pese a que el taxímetro marcaba $3.500. Mientras limpiaba el vehículo, F.A.P. escuchó parte de la conversación entre ambos: “Haciéndome un poco el tonto para ver qué pasaba, porque me preocupaba un poco la chica y no sabía cómo ayudarla más”.
El taxista aclaró que, aunque no percibió forcejeos entre ambos, sí notó que el hombre la tomaba del brazo: “Se notaba que ella estaba muy ebria. En ningún momento vi un forcejeo, pero él la sujetaba del brazo para estabilizarla”.
Resaltó que la mujer no quería acompañar a Monsalve
Después de unos minutos, ambos volvieron al taxi. La joven insistió en que no quería acompañar a Monsalve, pero este la ayudó a subir al asiento delantero mientras él volvía a ubicarse en la parte trasera. “Ella decía que no quería irse con él, pero aun así la subió al auto”, aseguró.
La última instrucción fue dirigirse al Hotel Panamericano. Al llegar, ambos descendieron y caminaron hacia la entrada del pasaje. Durante la conversación, F.A.P. logró escuchar que la joven le pidió nuevamente acompañarlos: “Me pidió que los acompañara, decía que no quería estar a solas con él”.
Antes de retirarse, Monsalve volvió a entregarle $20.000 al taxista, completando un pago total de $40.000 por el recorrido. F.A.P. afirmó que “el hombre en todo momento se encontraba en mejor estado que la chica”.
«Él era quien dirigía todo»
El testimonio de F.A.P., pieza clave en la investigación, será presentado en la audiencia de formalización de cargos contra Monsalve. Según el chofer, “esa noche fue evidente que la chica no estaba bien y que él era quien dirigía todo”.
La declaración del taxista será determinante en el caso, que hoy tiene en jaque al exsubsecretario, acusado de violación por su exsubalterna.
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