El Presidente de la República, Sebastián Piñera se sinceró asegurando que «este ha sido el año más difícil de mi vida». El mandatario hizo un análisis de todo lo ocurrido desde el Estallido Social y también luego de haber pasado una semana del triunfo del «Apruebo» en el plebiscito del 25 de octubre.
En una entrevista realizada por El Mercurio, Piñera sostuvo que han trabajado intensamente desde la crisis. «Estamos golpeados, pero el barco sigue navegando y tiene puerto de destino. No vamos a bajar los brazos», planteó.
El mandatario, expresó que pese a ser un año «extraordinariamente duro y difícil, nunca me he quebrado, nunca he dejado de asumir mis responsabilidad».
Junto con ello, aseveró respecto a lo acontecido el 18-O, que «no hubo un golpe de Estado el 18 de octubre. Si alguien lo intentó, no tengo cómo saberlo. El 18 pasó una ola de violencia brutal que causó daño al cuerpo y alma de nuestro país y que hemos combatido con todos los instrumentos que nos otorga la ley».
DETENIDOS EN LAS MANIFESTACIONES
Sebastián Piñera, también aprovecho de referirse a la posibilidad de indultar a los detenidos en las diversas manifestaciones por actos de violencias con un punto de vista claro: «En Chile no hay presos políticos».
«El Gobierno no toma preso a nadie, protege a la gente a través de su fuerza de orden, detiene a los que están cometiendo actos que pueden ser delictuales», expresó.
IMAGEN DE CARABINEROS
Uno de los temas más viralizados desde el Estallido Social, ha sido diversos hechos donde se ven involucrados los funcionarios de carabineros, a quienes algunos sectores acusan derechamente de violar los derechos humanos.
Sobre esto, Piñera indicó que «hay un grupo que quiere convencer a los chilenos de que Carabineros es una máquina de cometer abusos y atropellos, eso no es verdad».
PIÑERA 1 v/s PIÑERA 2
El Jefe de estado, también hizo una comparación respecto a lo que han sido sus dos mandatos, el primero que se inició tras un terremoto y este segundo periodo, marcado por la crisis social.
Este gobierno, «ha sido infinitamente más difícil. Este problema se va generando regenerando, mutando, cambiando todos los días. No hemos tenido ese sentido de unidad nacional, sino al revés, demasiada confrontación, polémica, poca capacidad de diálogo y acuerdo».
Ante esto, al ser consultado sobre la forma en que pasará a la historia tras esta crisis social, dijo que «espero que cuando se escriba la historia, con más serenidad, objetividad y más respeto por la verdad se diga que enfrentamos la peor crisis política en muchas décadas», la que fue encauzada «por la vía democrática, institucional y pacífica», además se enfrentar la peor crisis económica desde 1929 y la pandemia.
PLEBISCITO
El pasado 25 de octubre los chilenos optaron con un 78,27% de las preferencias, por cambiar la actual Constitución de la República y empezar un proceso para una nueva.
Frente a ello, el mandatario nunca dio a conocer claramente cuál era su postura. «Mi rol como Presidente era garantizar a todos los chilenos un plebiscito ejemplar y que la voz de la gente se expresara de forma transparente, libre», aseguró.
Respecto al resultado ganador, expresó que «hay mucha gente que quiere apropiarse de lo que no le pertenece: el triunfo del Apruebo fue de la ciudadanía, del 80 por ciento de los chilenos.
Ahora bien, fue enfático en señalar que «tenemos reducir la incertidumbre respecto del proceso constituyente y mientras antes avancemos acuerdos en materia básicas, mayor certeza vamos a poder generar».
«Nos interesa el contenido, que recoja valores esenciales, como la vida, dignidad humana, libertad de expresión, y pensamiento, de conciencia, de religión, de reunión y asociación, los que vemos amenazados. Somos partidarios de que consagren derechos», concluyó.