Una declaración ante la fiscalía de la jefa de la División de Planificación Sanitaria del Minsal, Johanna Acevedo fue revelada causando gran impacto en la opinión pública.
Esto en el marco de la investigación que lleva la Fiscalía a través de Xavier Armendáriz, quien recurrió a la Corte Suprema para exigirle al Ministerio de Salud que entregue los datos del Minsal sobre informe de casos y muertes producto de la pandemia y que el organismo se niega a entregar.
En el documento de 36 páginas, que fue expuesto por T13 la profesional relata el rol que cumplieron las autoridades en el manejo de la información que se entregaba públicamente y la que realmente se registraba, bajo la administración del ex secretario de Estado, Jaime Mañalich.
En primer lugar, Johanna Acevedo, se refirió al desarrollo de la plataforma Epivigila que funciona a través de una red del Ministerio, el cual no funcionó como se esperaba y que se inició justo un día antes que se confirmara el primer caso en Chile.
Ahí debieron reducir el formulario de 5 minutos a 1 minuto debido a que no había tiempo ni profesionales para hacer este trabajo.
En ese punto, la funcionaria relató que si bien pidieron considerar la trazabilidad en ese mismo formulario, este aspecto no fue considerado si no hasta el cambio de Ministro.
Además, Acevedo relató que en el marco de los diálogos con sociedades científicas, Mañalich, que debía presidirlas, no asistió, por lo que ella misma las dirigió. Sin embargo, luego de cuatro sesiones entre enero y marzo, «recibí una instrucción verbal, no por escrito, de suspender mi comité de brote, por parte del ministro».
SISTEMA PARALELO: EL DESORDEN DE LOS DATOS PÚBLICOS
Con la plataforma Epivigila funcionando, Acevedo contó que Mañalich decidió iniciar un sistema «paralelo», el cual quedó a cargo de su jefa de gabinete, Itziar Linazasoro.
Si bien, dijo, ella informaba de manera diaria los casos nuevos o sospechosos, estos presentaban un desfase, por lo que «(Itziar) decidió armar un sistema paralelo para llevar la información pública, que era llamar por teléfono a las seremis para que le informaran de los casos«.
La profesional declaró que posee todos los correos, ya que además de la investigación de la Fiscalía existe un sumario de Contraloría por las diferencias reportadas en materia de casos.
Johanna Acevedo, aseguró que todos los días enviaba la información desagregada entre casos confirmados, sospechosos y descartados a su jefatura, sin embargo, dijo desconocer los criterios con los cuales el «informe paralelo», llevaba el conteo.
La situación se tornó compleja, según su relato cuando el volumen de casos se comenzó a disparar. «Creo que se dieron cuenta que tenían que recurrir a la fuente oficial de la data».
«Yo mandaba los datos, no estaba muy preocupada de lo que ella decía en el reporte público. Pero tengo constancia de un correo del 29 de abril donde existió a primera gran diferencia, con 90 casos menos a los enviados por mí que el numero reportado», añadió.
De esta manera, expuso, «empecé a reportar todos los casos confirmados, con PCR (+) que se mantenían como sospechosos y con PCR (+) no notificados, siempre entregué la información completa, pero la información del reporte público solo incluía los casos confirmados».
“En marzo o abril las diferencias (en el número de casos) eran mínimas y eran atribuibles a la recepción de la información, y eso es normal, si habían 2 o 3 daba lo mismo, porque al día siguiente se compensaba. Pero cuando fueron 90 fue el hito que marcó el inicio de las diferencias, que comenzaron a crecer día a día, superando los 30.000 cuando el Ministro Mañalich dejo el Minsal”, explicó.
Así mismo, relató que se conoció el informe de Contraloría que contenía 30 mil casos no informados.
«Pero esos casos sí se informaron siempre a la autoridad Minsal, desde la fecha que señalo, de 19 de mayo, con el informe que enviamos a diario. O sea, la brecha que dice Contraloría era en la información pública, no en la que manejábamos internamente en el Minsal», enfatizó.
Incluso ejemplificó diciendo que «el 24 de mayo mientras ellos consideraban 89 mil casos totales, en el reporte público se informaron 73 mil».
Pese a su importante rol, contó que nunca fue invitada al comité que tiene el Presidente y que incluso ya no le preguntan sobre el trabajo y las medidas que se están adoptando.
«No es lo mismo que ocurra en Las condes o en La Pintana, donde hay mayor hacinamiento. Desconozco si ese componente fue parte de las decisiones», aseguró.