50 días se cumplieron sin tener rastros de Carolina Fuentes Bustos, cuyo último paradero conocido fue Ninhue, en la Región de Ñuble.
La mujer viajó a su pueblo natal para vender una camioneta que le dejó su madre en herencia y después no se supo nada más. Su familia reveló extraños mensajes de Whatsapp, que no serían de ella.
Hasta el Río Lonquén llegaron más de 200 efectivos de la PDI para realizar una exhaustiva búsqueda, en un terreno que cuenta con 40 hectáreas de bosques y quebradas.
Según testimonio de la familia, Ricardo Neira fue la última persona que la vio, cuando fue a dejarla el 25 de junio al terminal de buses de Chillán.
Consultado por Mega, el sujeto recalcó que ‘no tengo nada que esconder’, todo eso mientras se realizaban investigaciones cerca de su casa.
En la misma línea, recalcó que «la dejé cerca del terminal. Estoy igual de dolido y sentido que la familia de Carolina, la diferencia es que no puedo andar con ellos porque me apuntan directamente a mí. Seguiré colaborando con la policía, estoy totalmente tranquilo».