Este martes, la Contraloría General de la República, instruyó un sumario administrativo luego de comprobar que hubo falencias y serias irregularidades en los protocolos de donación de órganos, además de falta de coordinación entre los hospitales de la región de La Araucanía en al menos 79 casos.

Los informes del organismo, se realizaron luego del caso de Joaquín Bustos, el joven que falleció en 2019 en Temuco y que quiso ser donante, pero que debido a errores y fallas del servicio de salud, no se pudo concretar.

«Revisamos posibles problemas en el protocolo de donación de órganos y traslado de órganos del joven Joaquín Bustos, fallecido en julio de 2019 y concluimos que hubo un problema de disponibilidad de transporte aéreo, por lo que ahora se deben gestionar contratos con empresas privadas y/o convenios con instituciones públicas que aseguren el traslado a todo evento», indicaron desde Contraloría.

Junto con ello, se expuso que a raíz de lo acontecido con Joaquín, «se decidió investigar lo qué sucedía con los protocolos en La Araucanía, donde se detectaron casos de pacientes evaluados con 3 en escapa de Gasgow que no fueron sometidos al protocolo de certificación de muerte encefálica para evaluar evenutal donación».

«En otros casos, ni siquiera fueron evaluados», determinaron.

Con todos estos antecededentes, la Contraloría verificó los casos de potenciales donantes en centros de salud pequeños, que simplemente no coordinaron los pasos a seguir con hospitales generadores de donantes, sumando 79 casos .

La situación es de extrema gravedad, ya que debido a la baja cantidad de donantes, estos órganos, podrían haber ayudado a uno o más de los 1.973 pacientes que durante ese mismo año esperaban en el pool nacional.