Durante las vacaciones, es común que las personas tengan un mayor contacto con los entornos naturales, lo que incrementa su interacción con la fauna silvestre.
Ante esta realidad, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) entrega algunas recomendaciones para fomentar una convivencia armónica y respetuosa con los animales en su hábitat natural.
Se trata de pautas buscan sensibilizar a la población sobre la importancia de preservar la biodiversidad y promover prácticas que minimicen el impacto humano en los ecosistemas.
El director nacional del SAG, José Guajardo Reyes, explica que “en nuestro país, la Ley N°19.473, conocida como Ley de Caza, protege a más de 700 especies de anfibios, reptiles, aves y mamíferos, prohibiendo su caza y captura. Existen muchas formas de evitar dañar a los animales silvestres, y seguir algunas simples reglas de convivencia ayudará de manera significativa a preservarlas, cuidando así los ecosistemas”.
Nunca alimentar a la fauna silvestre
Ya sea por compasión, preocupación, diversión, costumbre, ignorancia o simplemente por motivos económicos, los seres humanos tienden a alimentar a los animales silvestres pensando que no les hacen daño o que esto les ayudará.
Sin embargo, y contrario a lo que se piensa, este tipo de prácticas es muy dañino por varios motivos. Algunos de ellos son:
- Los alimentos entregados por las personas no cumplen con los valores nutricionales de las especies silvestres, exponiéndolos a múltiples enfermedades, obesidad, deformaciones, deficiencias del sistema inmune, etc.
- Altera su comportamiento natural, afectando su rol en el medio ambiente, así como su interacción con individuos de su misma especie y de otras.
- Los hace dependientes de los seres humanos, alterando el comportamiento natural entre la fauna silvestre y las personas.
- Ante el recurso proporcionado por las personas, algunas especies pueden ver alterada su población, aumentando el número de individuos de manera desproporcionada, lo que afecta el equilibrio natural de los ecosistemas.
- No dejar basura (aun cuando esté en bolsas) o desecho de origen vegetal o animal en la naturaleza, incluso si son orgánicos, ya que atrae a la fauna causándoles graves daños.
No hablarle ni acercarse a la fauna silvestre
Esto altera su comportamiento natural y su percepción del ser humano, afectando su rol en el medio ambiente, así como su interacción con individuos de su misma especie y de otras.
Captura de imágenes de la fauna silvestre
Comúnmente, las personas no están habituadas a la interacción con animales silvestres, lo que hace que un encuentro directo nos sorprenda, queriendo capturar el momento en una fotografía o video.
Sin embargo, es fundamental realizar esta acción con precaución para evitar perjudicar al animal y no ponerse en riesgo, considerando siempre que estos seres poseen instintos salvajes.
Por eso, es fundamental observar a la fauna silvestre con respeto y desde una distancia que garantice seguridad tanto para el ser humano como para el animal, evitando perseguirlos o tocarlos, ya que les provocan gran estrés, y este tipo de acciones pueden ser peligrosas para ambos.
«Lentos por la fauna»
La conducción responsable también es fundamental para proteger a la fauna silvestre, ya que muchos ejemplares fallecen producto de atropellos.
“Lentos por la fauna” se titula la campaña que el SAG, junto al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, a través de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset) y la CONAF, encabezan para concientizar a los conductores de vehículos motorizados con el fin de que se trasladen a velocidad moderada en las carreteras y rutas cercanas a áreas protegidas.
El atropello de fauna silvestre en las carreteras de Chile está entre los factores más importantes de mortalidad no natural directa de animales vertebrados terrestres, superando incluso a la caza furtiva durante las últimas décadas.
Finalmente, el director nacional del Servicio Agrícola y Ganadero instó a la población a contactar al SAG únicamente si los animales silvestres se encuentran heridos o tienen problemas para moverse.
“Frecuentemente se reciben llamadas o las personas, por desconocimiento, toman animales sanos desde su medio natural y que no requieren asistencia, especialmente crías cuyas madres suelen ausentarse más de un día en busca de alimento. Advirtió que separar a un pichón de su madre disminuye drásticamente sus posibilidades de supervivencia”, finalizó.
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