Luego de la denuncia realizada en contra de un colegio en Los Ángeles, el recinto educativo tendrá que pagar una millonaria indemnización a la familia de un niño con TEA, luego de sufrir discriminación y hostigamiento.
Todo comenzó el año 2020, cuando el menor de 11 años, en ese entonces, ingresó al Colegio Santo Tomás, ubicado en el sector sur de la capital provincial del Biobío. Una vez que las clases comenzaron a ser presenciales, él fue víctima de diversos casos de bullying o acoso escolar. Consistente en agresiones verbales y físicas, sumado a burlas; lo insultaban y dañaban sus pertenencias personales.
Así lo comentó el abogado Joaquín Ferrada Loaiza, quien señaló que en agosto de 2022 «se interpuso esta demanda en contra de la Fundación Santo Tomás, que es la entidad sostenedora de este colegio. Donde se acusó este hecho de bullying y que, en definitiva, el colegio no habría adoptado los protocolos existentes para prevenir y sancionar».
El caso en Los Ángeles
El caso se extendió bastante, ya que los abogados del colegio solicitaron la inaplicabilidad de una norma que no era constitucional con respecto a la declaración de los testigos. «Con perjuicio de esto, se dictó sentencia en la causa, en mayo de este año, donde se acogió la demanda. Debido a que no pudo acreditarse en el colegio la correcta aplicación de los protocolos contra el acoso escolar», agregó el abogado.
«Así, actualmente el colegio interpuso un recurso de apelación en contra de la sentencia. Por lo que ahora el caso deberá ser conocido por la Corte de Apelaciones de Concepción», detalló. Lo anterior, luego de que el Juzgado de Letras de Los Ángeles sentenciara que el recinto educacional deberá pagar a la familia del afectado una indemnización de $10.000.000 de pesos.
Cabe señalar que, dentro de lo denunciado, el menor afectado sufrió, luego de las agresiones, un temor rotundo y un rechazo a poder concurrir a clases. Incluso comenzó a tener problemas psicológicos y para dormir, sumado al rechazo de acudir a sus responsabilidades educativas.
Ahora queda a la espera de qué ocurrirá con la apelación que el Colegio Santo Tomás de Los Ángeles interpuso, y si será aceptada o se continuará con dicha sentencia. Un caso que pone en jaque nuevamente la situación de los alumnos. Cuando una simple broma puede derivar en problemas mayores o en situaciones mucho más graves.
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