Frente a la Plaza de Armas de Los Ángeles, existe un «pasaje» que está cerrado para el acceso de los ciudadanos, pero tiene una historia que resalta el trabajo de una importante mujer, Isabel Robles de Jara, que fue parte fundamental de la ciudad.
Cada día, la capital provincial de Biobío nos sorprende con lugares e historias ocultas dentro de la ciudad. Tal es el caso de un pequeño pasaje ubicado entre el Banco Santander y la Municipalidad.
Se trata de un pasaje sin salida que, en su época de gloria, tenía una pileta al fondo. Al subir las escaleras, justo en la pared municipal, existe un letrero que señala «A Isabel Robles de Jara», pero esto pasa muy desapercibido. La pregunta es: ¿quién es ella?
Sus inicios en la provincia de Biobío y su llegada a Los Ángeles
Para comenzar nuestra historia, debemos viajar hasta el año 1879, en plena Guerra del Pacífico, cuando en la comuna de Mulchén nacía dicha mujer. Luego, se trasladó a Concepción, donde realizó sus estudios y posteriormente se asentó en Los Ángeles.
Una vez en la ciudad, Isabel Robles se casó con Alberto Jara, con quien tuvo la no menor suma de nueve hijos. La casona donde vivían estaba ubicada en la intersección de las calles Colón y Caupolicán. Isabel Robles tuvo una reconocida carrera como compositora e intérprete de piano, llegando incluso a tener relevancia nacional. Su vida musical estuvo muy ligada a María Delia Contreras, quien vivía donde ahora está el Banco Santander.
Isabel y María tuvieron una amistad muy cercana, organizando tertulias musicales donde presentaban interpretaciones clásicas. Incluso, Raúl Carretón, un reconocido abogado e historiador, las catalogó como «Las Casas de la Música» en su libro «Recuerdos de la Primera Mitad del Siglo XX».
Volviendo a la historia de esta poco conocida angelina, Robles logró que el gran compositor Claudio Arrau se presentara en Los Ángeles, específicamente el 10 de agosto de 1921. En dos recitales, el pianista deleitó a la comunidad en el antiguo Salón Aranguren, que hoy en día es la tienda Casa García.
Además de su carrera musical, Isabel Robles destacó por su voluntariado en la Cruz Roja y en el Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles. También participó en actividades del Regimiento «Los Ángeles» y del Club Aéreo, entre otros logros.
El legado que se le entregó Isabel Robles
En 1949, la Municipalidad de Los Ángeles le otorgó el título de «Madre Ilustre de la Ciudad», y en 1961, el Papa Juan XXIII le entregó una medalla en reconocimiento a su ayuda a la comunidad y a la Iglesia Católica, sin esperar nada a cambio.
Lamentablemente, el 19 de febrero de 1972, Isabel Robles de Jara falleció en lo que fue su hogar, donde actualmente está ubicada la remodelada Municipalidad de Los Ángeles.
Muchos años después, en 1998, cuando se celebró el aniversario 259 de la ciudad bajo la administración de Daniel Badilla Alegría (Q.E.P.D.), se tomó la decisión de otorgarle un homenaje y bautizar con su nombre el pasaje que se encuentra entre el edificio del actual Banco Santander y el consistorial.
En esa ceremonia, se pudo escuchar en una grabación la voz de Isabel Robles, seguida por una de sus interpretaciones en piano. Sus familiares, presentes en el evento, se emocionaron al volver a escuchar a su madre y abuela.
Recuerdo que queda permanente
Finalmente, el 19 de mayo de 2019, se instaló en la esquina inferior norte del edificio municipal una pequeña placa que menciona brevemente su vida y obra, así como las distinciones otorgadas.
Actualmente, este lugar está cerrado por una gran reja que impide el paso. Incluso, dicha placa pasa desapercibida a causa de las plantas. Es un recuerdo que alguna vez fue un punto de reunión, pero cuyo mal uso obligó a las autoridades a cerrarlo.
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