En el kilómetro 493 de la Ruta 5 Sur, en la comuna de Los Ángeles, se encuentra una “picada de carretera” que está como una de las más famosas entre los camioneros del país: “La Gorriá”. Su particular nombre, un popular modismo relacionado con la infidelidad, no pasa desapercibido y se ha transformado en una verdadera leyenda urbana entre los transportistas y visitantes de la capital de la Provincia de Biobío, quienes han probado sus artes culinarias contundentes y caseras.
La historia de «La Gorriá» en Los Ángeles comenzó en 2019, cuando Raiza Urrutia y su pareja, Alex, decidieron dejar Santiago y mudarse a Los Ángeles. Ella contó que en la capital trabajaban junto a su suegra en otra picada, que llevaba más de 30 años brindando almuerzos y colaciones a los camioneros en Quilicura. Allí los conductores les contaron sobre la necesidad de un restaurante carretero en Los Ángeles, justo en los tiempos de pandemia, cuando había muy pocos en funcionamiento.
Para el traslado contó con el apoyo de sus fieles clientes. “Cuando nos vinimos desde Santiago no pagué ningún flete para traer desde muebles, bienes e incluso máquinas. Los camioneros nos trajeron acá, en los espacios que tenían en carga y hasta en las cabinas. Estoy muy agradecida”, recordó Raiza.
El origen de “La picá de la Gorriá”, toda una leyenda urbana entre camioneros en Los Ángeles
El nombre de este restaurante carretero tiene un origen pintoresco y personal. Marta, la suegra de Raiza, fue la primera en utilizar el apodo en su local en Santiago, en honor a la situación que vivió con una antigua pareja, un camionero que la había engañado. Al mismo tiempo, el «gorreado» era un apodo común entre los camioneros por sus largos viajes ausentándose de sus casas. Por ello, Marta, conocida como «la gorriada», dejó un legado que Raiza continúa con orgullo en la Ruta 5 Sur.
La cocina de «La Gorriá» es tan transparente como la historia de su nombre. Raiza prepara cada plato a la vista de sus clientes, creando un ambiente familiar y acogedor. «Aquí mi cliente llega, ve lo que hay en las ollas, ve cómo yo trabajo, ve todo», comenta. Este enfoque ha generado una confianza y un cariño especial entre los camioneros, quienes consideran el lugar como un segundo hogar.
Atractivo menú casero
El menú de «La Gorriá» es otro de sus grandes atractivos. Con platos contundentes y caseros como la cazuela de vacuno, el pollo asado y los famosos “sambolos” (sándwiches), Raiza se asegura de que cada camionero quede satisfecho. La comida no solo es abundante, sino también accesible, lo cual es crucial para los transportistas que deben administrar cuidadosamente sus viáticos.
La fama de «La Gorriá» ha crecido principalmente de boca en boca. A pesar de no tener una presencia significativa en redes sociales, el local siempre está lleno gracias a la recomendación de los mismos camioneros, señala Raiza con orgullo.
En medio de las largas horas de manejo y la soledad de la carretera, «La Gorriá» se ha convertido en un refugio para los camioneros. Aquí no solo encuentran un plato de comida, sino también una conversación amena y un lugar donde se sienten escuchados. Así, lo que comenzó como una apuesta arriesgada se ha transformado en un punto de referencia y casi en una leyenda urbana entre los camioneros que recorren las rutas del sur de Chile.
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