La historia de Kathy – Katherine Riquelme – de la ciudad de Los Ángeles, puede ser reflejo de muchas situaciones escondidas que a diario viven miles de mujeres en el país.
Ella es preparadora física y hace unos años conoció en un evento deportivo a un español: Francisco Barceló, el cual pensó que sería el amor de su vida. Rápidamente se enamoraron e iniciaron su relación sentimental. Ambos practicaban deporte e incluso montaron una escuela de boxeo juntos.
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Sin embargo, todo comenzó a desmoronarse cuando Francisco comenzó con episodios de violencia verbal. En las disculpas, ella como muchas en su situación, confió en que no volvería a pasar, sin embargo, estaba totalmente equivocada. Estos hechos ocurrieron una y otra vez.
Tras quedar embarazada, le tocó vivir la primera situación con altos niveles de violencia.
«La primera vez que me pegó tenía 4 meses de embarazo. Yo iba por la calle conduciendo mi auto por Vicuña Mackenna. Yo me detuve en el semáforo a la altura de la cárcel y comenzó a golpear», contó.
La afectada relató que en ese momento «dos personas que iban por el lugar en otro auto, ellos vieron cómo me iba golpeando. No sé quiénes son esas personas. Eran dos chicos y una chica, que me ayudaron y después llegó Carabineros y me tomaron la declaración».
«Desde ese entonces ahí yo le pedí que se fuera de la casa y todo. Fuimos a juicio que le dieron una orden de alejamiento más un tratamiento del control de la ira, porque él dijo que tenía un problema. Cuento corto, nadie fiscalizó ese tratamiento y él después volvió y siguió igual. Llegó a mi casa rompiendo la ventana y ya estando adentro él siempre me amenazaba de muerte, me quitaba el teléfono y las llaves de la casa. En ese entonces yo estaba con licencia médica por mi embarazo y tampoco tenía que salir, bueno ahí él me quitaba todo, me dejaba encerrada en la casa», afirmó.
La brutal golpiza que sufrió Kathy
Al quedar sumida en este clima de violencia, el miedo se apoderó de ella y se obligó a vivir un calvario. Fue golpeada en innumerables ocasiones y encerrada en la casa sin poder salir. Junto con ello, Francisco comenzó a abusar del alcohol y las drogas de manera permanente. «Cuando lo conocí, él no fumaba ni tomaba, era solo deporte, pero de pronto no me di cuenta y cambió totalmente», expresó.
«La última vez que me hizo algo, no recuerdo el día exacto porque perdí la noción del tiempo. Sólo se que el 12 de marzo logré escapar de la casa, pero debe haber sido unas dos semanas antes. Ahí, yo me logré escapar cuando él estaba súper drogado en el sofá. Me golpeó y me dejó una cicatriz en la frente. En ese entonces me quitó las llaves del auto y de la casa, me quitó el teléfono y todo», indicó.
Tras este ataque y la denuncia, Francisco quedó detenido como en otras ocasiones. Sin embargo, él le había advertido que si volvía a entrar a un calabozo «me iba a matar».
«Te visitará la muerte»
Según relató, «a él lo tomaron detenido en la noche y al día siguiente estaba libre, y esa misma noche siguiente me estaba enviando videos con amenazas de muerte».
Kathy, había pedido ayuda en el Sernameg, pero la excesiva burocracia y fichas que llenar no le permitieron ser asesorada.
Por ello, en su desesperación decidió hacerlo público en sus redes sociales. Ahí, los mensajes y videos permitieron entender la gravedad de la situación.
«Me tuve que ir de mi propia casa»
La mujer asegura que golpeó diferentes puertas para buscar ayuda pero nadie la escuchó como se debía.
«Nunca me imaginé que el sistema era tan malo. Siempre me daban una cita, otra cita, otra cita, y el día que fui la última vez, les dije que tenía drogas en la casa (que eran de él). Después vino la PDI a sacarme porque era un caso demasiado grave, por lo tanto, tenía que y salir de la casa con los niños, yo, de mi casa, que está a mi nombre y con esta persona estaba hace cinco años, y mi casa hace casi 9-10 años que tengo mi casa, jovencita postulé».
Agregó que «cuando vinieron aquí los de la PDI, había droga en casa, había cocaína. Les dije si pueden tomar nota de esto y me dijeron que eran solo de homicidios y que eso lo ve narcóticos. Nunca nadie tomo una muestra de nada, y yo digo si todo eso suma, y nadie hace nada».
La prisión preventiva
El 12 de abril pasado en horas de la tarde, el imputado comenzó a enviar mensajes vía web a Kathy, señalándole varias amenazas de muerte: «Te voy a matar cerda».
Ante esto, contrató al abogado Nicolás Arismendi, quien logró insistir para que el sujeto quedara en prisión preventiva. Y se logró.
El legista señaló en la audiencia de control de la detención que estos hechos le habían causado un «fundado temor de verse expuesta a un daño grave e irreparable. Junto con ello, el 13 de abril en horas de la tarde, el imputado ya individualizado ingresó sin tener ningún tipo de autorización de la víctima al domicilio […] ingresó a este manteniendo medidas cautelares vigentes que le prohiben tal actividad. En primer lugar, medida cautelar ordenada el 23 de marzo de 2022″.
Por lo anterior, el tribunal expresó que «habiendo quedado en evidencia que por el tipo de ilícito que se imputa, el de desacato a las medidas cautelares y de resguardo dispuestas inicialmente no fueron obedecidas, y que tampoco es posible establecer otras que formalmente aparecen suficientes para dar cumplimiento a ciertos fines pero que en el hecho y atento a circunstancias particulares del encartado, cree el Tribunal que se deja en evidencia que otras medidas cautelares no aparecen suficientes para resguardar la integridad física y psíquica de la víctima»
Tras esto, Kathy indicó que «lo detuvieron mientras esté la investigación, o sea por dos meses va a estar detenido. Y ahora lo que estamos pidiendo, es que por favor no les renueven la Visa, porque el pagó 500 mil pesos para renovarla. Así de malo es el sistema».
«Yo espero que no le renueven la visa, porque él durante el año pasado no tenía trabajo, no tenía cotizaciones, ya se drogaba, yo ya había colocado una denuncia ¿y qué pasó?, él pagó y yo me quede así, y le dieron un año de Visa más», cerró.
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