En Los Ángeles, un grupo de familias de la Villa Los Normandos recibió una noticia que cayó como un balde de agua fría. Ya que el tribunal civil desestimó la demanda que habían presentado contra la Constructora José Miguel García. Esto, debido a la acusación de entregarles viviendas con serias deficiencias estructurales.
El fallo, además, los obliga a asumir el pago de las costas del proceso, lo que agudiza aún más la sensación de injusticia entre los denunciantes. Quienes han mostrado su molestia y las inquietudes por la resolución que se dió y que lamentablemente son los más afectados.
La historia comenzó hace dos años, cuando los vecinos decidieron unirse para llevar su caso a los tribunales. El entusiasmo por sus nuevas viviendas se transformó rápidamente en decepción al descubrir fisuras en muros, techumbres dañadas, filtraciones de agua y un deficiente aislamiento que convirtió el primer invierno en un verdadero suplicio. Con el respaldo de abogados y peritajes particulares, esperaban que la justicia reconociera lo que ellos consideraban una falla evidente en la construcción.
Un duro cambio en Los Ángeles
Sin embargo, la versión de la empresa pesó más en el tribunal. Un informe pericial solicitado por la constructora resultó clave para que el juez Jorge Carrasco determinara que no se había comprobado la existencia de vicios constructivos de gravedad. El fallo no sólo rechazó la demanda, sino que ordenó que los demandantes paguen los costos del juicio, una decisión que los vecinos calificaron como un golpe inesperado.
El abogado de los residentes, Antonio Cordano, no ocultó su sorpresa tras conocer la resolución, asegurando que las pruebas aportadas daban cuenta de los daños sufridos por las familias. Desde la organización vecinal también expresaron frustración, señalando que este desenlace los deja en una situación aún más vulnerable. Pues ahora, además de convivir con los problemas de sus viviendas, deberán enfrentar la carga económica de un juicio perdido.
A pesar de la derrota, los vecinos no piensan rendirse. Durante los próximos días presentarán un recurso de impugnación y llevarán su caso a la Corte de Apelaciones de Concepción. Esto, con la esperanza de revertir un fallo que, a su juicio, no refleja la realidad de lo que han debido soportar. Mientras tanto, las grietas en sus casas siguen recordándoles que el sueño de la vivienda propia aún está incompleto.
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