Luego de volver a Chile, los protagonistas del famoso programa de televisión explicaron detalles de lo ocurrido en uno de sus viajes, donde lamentablemente un integrante del equipo fue asesinado de un disparo.
En una entrevista, Jorge Zabaleta y Pancho Saavedra entregaron detalles de lo ocurrido en Etiopía. Todo comenzó cuando venían de vuelta de compartir con la tribu Mursi, movilizándose en un Jeep blanco que era conducido por el guía Tony Espada.
Ahí, fueron interceptados por un grupo de sujetos a rostro descubierto que, sin provocación o amenaza alguna, realizaron disparos en contra de ellos. Ya había evidencia previa de que algo podría ocurrir.
Durante el viaje en el vehículo, momentos antes Espada se encontraba incómodo ya que los Mursi nunca corren, solamente cuando algo malo está pasando o por pasar. Por eso tomaron la decisión de retroceder e irse por otro camino.
Sobre el ataque, Zabaleta explicó: “Cuando los tipos se nos cruzan al frente y nos apuntan con una AK-47, Tony frena, para, y sigue muy despacito, en primera marcha, muy despacio. El tipo se va hacia el lado, se abre, y cuando están al lado nuestro en la ventana, mientras Tony va con el vidrio abajo, el tipo dispara a matar. Nos podrían haber matado a todos”.
“Lo mató inmediatamente. Fue fulminante. No hubo posibilidad de que uno dijera, él está vivo, lo podemos llevar a algún lugar”, agregó Pancho Saavedra, aún con una mirada algo nerviosa por lo ocurrido en primera persona.
Tras ese ataque, ambos y el equipo de cámara quedaron paralizados. En ese momento, una camioneta que los acompañaba los chocó para que pudieran reaccionar y de esa manera escapar del lugar.
“Yo no sé cómo tomé el volante y Tony había quedado con el pie en el acelerador. El auto partió muy rápido y nos empezamos a ir por unos cerros hacia abajo. Logré maniobrar, pero no sabía cómo tomar el camino porque había muchas ramas”, explicó Zabaleta.
Ahí, pudieron huir y llegar a un lugar seguro, pero lamentablemente el guía ya estaba fallecido. Avisaron a las autoridades locales con el fin de recabar antecedentes, aunque a esas alturas muy poco se podía hacer.
Esto hace pensar en los riesgos de estos lugares, más aún cuando existen grupos armados que mantienen algunos sectores tomados y que, sin provocación, atacan a cualquiera o, si hay suerte, cobran el pago de un “peaje” para evitar algún tipo de hecho violento.
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