Captura de Pantalla | Ataque de Israel

Israel intensificó este miércoles sus operaciones militares en territorio sirio con potentes ataques aéreos sobre Damasco, en los que destruyó partes vitales del Ministerio de Defensa y golpeó también zonas próximas al Palacio Presidencial.

Se trata del tercer día consecutivo de bombardeos, en un momento en que Israel redobla su presencia militar con el objetivo declarado de proteger a la comunidad drusa en el sur de Siria, especialmente en la provincia de Suwayda, donde días atrás se desencadenaron intensos enfrentamientos sectarios.

Durante una transmisión en vivo por televisión siria, uno de los misiles impactó tan cerca de la sede del Ministerio de Defensa, ubicada en Ummayad Square, que el presentador debió interrumpir la señal para protegerse de la explosión y la nube de humo que emergió inmediatamente después. Según reportes sirios, el asalto incluyó también un ataque con drones horas anteriores y causó varios heridos civiles, mientras que fuentes oficiales sirias informaron de varios militares heridos.

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, confirmó desde su cuenta en X (ex Twitter) que “han comenzado los golpes dolorosos”. Advirtiendo que este ataque deja atrás las “señales” previas y marca una nueva etapa de presión militar sobre Damasco.

Conflicto con Israel

Katz subrayó que Israel intensificará las operaciones en Suwayda hasta que las fuerzas sirias se retiren completamente del área, y reiteró el compromiso de proteger a los drusos en Siria, en estrecha coordinación con el primer ministro Netanyahu.

El origen del enfrentamiento en Suwayda fue un colapso del alto el fuego entre milicias drusas y tribus beduinas, luego de que el ejército sirio interviniera en la zona para restablecer el orden. En los últimos cuatro días, más de 200 personas han muerto, entre ellas civiles y combatientes, y al menos 250 víctimas han sido reportadas en diversos enfrentamientos.

Israel sostiene que su ofensiva busca detener la ofensiva del régimen contra la minoría drusa y prevenir un desequilibrio militar que amenace la frontera con los Altos del Golán. La ofensiva israelí desató críticas internacionales. Turquía calificó los bombardeos sobre Damasco como un intento de sabotear la estabilidad de Siria y urgió respaldo al gobierno sirio en su esfuerzo por restaurar el orden.

La Unión Europea también expresó su alarma ante el incremento de la violencia y pidió un inmediato cese de hostilidades, destacando la necesidad de respetar la soberanía siria. Contextualmente, esta escalada se produce en una etapa crítica para Siria, tras el derrocamiento de Bashar al-Assad a fines de 2024 y la asunción del nuevo presidente Ahmed al‑Sharaa, quien enfrenta una profunda crisis de gobernabilidad frente a una creciente fuerza de milicias sectarias y tensiones intercomunitarias.

Gaza

En Gaza, aunque fuera del alcance de estos ataques, la gravedad del conflicto también se agudiza: hoy se reportó un estancamiento mortal en un centro de distribución de alimentos en Khan Younis, donde 20 personas murieron durante la jornada, mientras que más de 40 civiles fallecieron en bombardeos israelíes en Gaza City y Khan Younis.

En paralelo, la presión diplomática crece: la UE revisa sanciones, y potencias regionales y mundiales subrayan la urgencia de evitar una guerra a gran escala. La tendencia muestra un riesgo real de expansión regional, dado que Israel ya ha advertido que los “golpes dolorosos” no cesarán mientras persista la presión militar siria sobre los drusos. Si esta dinámica continúa, la escalada actual podría derivar en nuevas confrontaciones directas entre Israel y Damasco, con consecuencias impredecibles para la estabilidad en Oriente Medio.