Un potente terremoto de magnitud 7,7 sacudió este viernes el noroeste de Birmania (Myanmar), dejando al menos 23 muertos y más de 200 heridos en las primeras horas. Además de provocar miles de damnificados y graves daños estructurales tanto en Myanmar como en Tailandia. 

El movimiento telúrico se registró a las 12:50 hora local (6:20 GMT), a solo 10 kilómetros de profundidad, Con epicentro a 17 kilómetros de Mandalay, la segunda ciudad más importante de Myanmar, con 1,2 millones de habitantes. Según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). 

Según confirmó el Hospital General de Mandalay, al menos 20 personas fallecieron y más de 200 resultaron heridas solo en esa ciudad. Mientras que otras tres víctimas mortales se registraron en Tailandia tras el colapso de un rascacielos en construcción en Bangkok. 

Colapsos y personas atrapadas

Las consecuencias han sido devastadoras. En Mandalay, numerosos edificios colapsaron y en la ciudad de Taungoo un monasterio se derrumbó, dejando 20 niños atrapados entre los escombros, según fuentes humanitarias. En Sagaing, un puente quedó completamente hundido, incomunicando a varias comunidades. 

La capital económica del país, Rangún, también se vio fuertemente afectada, donde cientos de personas evacuaron edificios entre escenas de pánico, según relataron testigos a EFE. En algunas zonas las comunicaciones y el suministro eléctrico continúan interrumpidos, lo que podría tomar días en poder reestablecerse.  

En la vecina Tailandia, el sismo se sintió con fuerza incluso a más de 600 kilómetros del epicentro, generando caos entre los habitantes. En Bangkok, un edificio en construcción de 30 pisos se desplomó, atrapando a 43 obreros, de los cuales solo siete lograron salir por sus propios medios. 

El gobierno tailandés decretó de inmediato el estado de emergencia en la capital y suspendió todas las líneas de metro y tren ligero de forma preventiva. Además, el Departamento Meteorológico advirtió sobre posibles réplicas en las próximas horas las cuales podrían ser variables, desde pequeñas magnitudes hasta más perceptibles.  

Un terremoto histórico en la región 

Myanmar, ubicado en una zona de alta actividad sísmica por la interacción de las placas tectónicas india y euroasiática, no registraba un terremoto de esta magnitud. El último registrado es del año 2016, cuando un sismo de 6,8 grados causó severos daños, aunque menores en comparación con el desastre actual. 

Las autoridades no descartan que la cifra de víctimas siga aumentando debido a la magnitud del evento. Junto a las dificultades de rescate en zonas remotas y con infraestructura colapsada. Mientras que organismos internacionales y otros países ya han ofrecido ayuda humanitaria y el envío de equipos de búsqueda y rastreo.  

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