Una tragedia sacudió este martes a Turquía cuando un voraz incendio arrasó con el hotel Grand Kartal. El cual esta ubicado en la estación de esquí de Kartalkaya, dejando al menos 76 muertos y 51 heridos, según informaron las autoridades.
El fuego comenzó alrededor de las 3:30 a.m. (hora local) en el edificio de 12 pisos, cuya estructura de madera facilitó la propagación de las llamas. La desesperación se apoderó de los 238 huéspedes que se encontraban alojados en el hotel, en su máxima capacidad debido a las vacaciones escolares.
Imágenes difundidas por redes sociales, muestran sábanas colgando de las ventanas, utilizadas por los huéspedes en un intento desesperado de escapar del fuego. Según reportes de medios locales, algunas víctimas fallecieron al lanzarse desde las alturas para ponerse a salvo.
“El fuego avanzaba rápidamente. La gente en los pisos superiores gritaba y pedían ayuda”, relató Atakan Yelkovan, un sobreviviente que logró escapar desde el tercer piso junto con su esposa. Otro testigo narró cómo un padre pidió almohadas para lanzar a su bebé desde la ventana, pero esperó a los equipos de rescate que finalmente lograron salvarlos.
Investigación en marcha en Turquía
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, confirmó que 52 de las víctimas ya fueron identificadas, mientras los forenses trabajan para determinar la identidad del resto. Asimismo, informó que nueve personas han sido detenidas como parte de la investigación, incluido el dueño del establecimiento, que está siendo interrogado por posible negligencia.
El presidente Recep Tayyip Erdogan expresó su pesar desde Ankara, interrumpiendo un discurso en el congreso de su partido. “Nuestro dolor es inmenso. Se iniciaron investigaciones administrativas y judiciales para esclarecer este terrible suceso. Los responsables enfrentarán las consecuencias”, declaró.
La tragedia también puso en evidencia presuntas fallas de seguridad en el hotel. Un sobreviviente señaló que las alarmas contra incendios no se activaron y denunció la ausencia de escaleras de emergencia y detectores de humo. Sin embargo, el ministro de Turismo, Nuri Ersoy, afirmó que el hotel contaba con un certificado de seguridad contra incendios y dos salidas de emergencia.
El hotel quedó reducido a escombros carbonizados, y las autoridades advirtieron que la estructura podría colapsar. Las impactantes imágenes de televisión mostraron columnas de humo negro elevándose hacia el cielo frente al paisaje nevado, un contraste desgarrador con lo que debía ser un destino de recreo.
Entre los heridos, 34 permanecen hospitalizados, una de ellas en estado crítico. Mientras tanto, las labores de rescate e investigación continúan. Turquía vive un día de duelo nacional por las vidas perdidas en esta tragedia que expone los peligros latentes de la negligencia en medidas de seguridad.
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