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Tres sujetos están involucrados en un irracional hecho de violencia ocurrido en Anaheim, ciudad ubicada al sur de California en Estados Unidos.

Todo ocurrió en vísperas de Haloween, cuando llegaron a compartir a un club de striptease. Dentro del local comenzaron las complicaciones, debido a un tema relacionado directamente con la pandemia de coronavirus.

Después de contantes reclamos, el grupo de individuos fue expulsado del local por no usar su mascarilla. A las horas volvieron, pero con una actitud totalmente distinta a la del comienzo de la noche.

A bordo de un Honda Sedan, los sujetos llegaron con una pistola AK-47 y realizaron más de diez rondas de disparos contra el local, hiriendo a tres personas.

Casi tres meses después lograron ser detenidos, y corren el peligro de recibir la pena máxima por su temeraria y violenta acción.

Edgar Nava-Ayala y Daniel Ocampo, de 34 y 22 años respectivamente, son acusados de tres delitos graves: intento de asesinato con premeditación y deliberación, agresión con un arma de asalto y disparar contra un edificio.

El tercer hombre de 20 años, quien manejaba el automóvil, fue acusado del delito de asalto con un arma y disparar contra un edificio ocupado. Los tres están cumpliendo prisión preventiva en la cárcel del condado de Orange.

El Sargento de Anaheim, Shane Carringer, sostuvo al The Washington Post que «es nada menos que un milagro que nadie haya muerto producto de la acción».

«En el lugar habían más de 30 personas y se sospecha que estos sujetos dispararon indiscriminadamente con un rifle de alta potencia», remarcó.