La pandemia del coronavirus ha significado un verdadero golpe para las familias. Las normas sanitarias provocaron en muchos casos largos periodos de distanciamiento físico y soledad.
En dicho sentido, la familia Tomassoni de Estados Unidos es un claro ejemplo de las tristes situaciones que ha generado el Covid-19.
Desde que comenzó la pandemia, la atención se centro en su abuela, quien tiene demencia senil y debió ser trasladada a un nuevo hogar de adultos mayores.
En los primeros meses de la enfermedad, sólo podían verla por la ventana, pero de a poco le permitieron visitas en la entrada del hogar. Detrás del esperado reencuentro, hay un drama que la abuela está lejos de imaginarse.
Su nieta, Teresa Tomassoni, contó a CNN la difícil decisión que debieron tomar. Su hermano y nieto de la señora, murió tras contraer el coronavirus, pero ella no sabe nada de eso.
La familia optó por no contarle, ya que están preocupados de como va a reaccionar ante la dura noticia.
«Puede que se ponga muy emotiva. No sabemos cómo puede reaccionar y no ser capaces de consolarla físicamente con un abrazo o estar con ella más de 20 o 30 minutos. Nos preocupa darle la noticia y dejarla sola con el personal», explicó la nieta.
Su hermano murió con 32 años y no pudieron despedirlo como tenían planeado: «Una vacuna no va a hacer que milagrosamente todo el dolor y trauma que hemos vivido en el aislamiento se vaya».
