Desde este jueves la ciudad rusa de Vladivostok es víctima de fuertes tormentas y nevazones, que han provocado congelamiento de líneas eléctricas y capaz de hielo que superan los dos centímetros de grosor.
En medio de este hostil escenario se encontraba Alexandr, un joven ruso que limpiaba el parabrisas de su vehículo y que experimentó lo que el mismo considera como ‘un verdadero milagro’.
Un registro captó el preciso momento cuando una enorme placa de hormigón cae repentinamente desde una gran altura encima de su auto.
El sujeto alcanzó a mirar al cielo segundos antes del impacto, y por centímetros se salvó de una muerte segura. El daño quedó reflejado en su auto, que quedó seriamente dañado.
«Con lo que ha pasado estoy en estado de shock. Oí que algo hacía ruido en el tejado, alcé la cabeza y el pedazo de hormigón ya estaba cayendo. No pensaba en nada en aquel momento, solo reaccioné y me aparté», relató el ‘afortunado’ sujeto al medio local Sputnik.
Cabe destacar que la fiscalía de la ciudad iniciará una investigación para determinar las causas del accidente y responsabilidades.