Robert Duboise aparece ante las cámaras como un hombre normal. Su mirada refleja una profunda calma a pesar del torbellino de emociones que está experimentando estos días.
Su caso impacta y confirma de la peor manera posible que ‘la justicia tarda, pero llega’. Tuvo que pasar 37 años en la cárcel por un crimen que no cometió, incluso llegó a salvarse de la pena de muerte.
Todo se remonta a 1983. DuBoise fue acusado de asesinar y matar a una joven en el estado de Florida. Tenía 18 años y siempre sostuvo que era inocente.
Una prueba de ADN que se presumía perdida fue clave para su libertad. Acompañado de su madre y hermana, atendió a los medios y dejó una profunda reflexión.
«No tengo espacio para el resentimiento. Si mantienes el odio en tu corazón, te roba todo lo demás. Simplemente estoy agradecido», indicó.
Por otro lado, el fiscal Andre Warren señaló que ‘pido disculpas al señor DuBoise en nombre de todo el sistema judicial’, anunciando además que seguirán la investigaciónes para aclarar el crimen de Barbara Grams.
