Uno de los casos policiales inconclusos más bullados y controversiales de las últimas décadas es el que tiene que ver con la desaparición de la pequeña Madeleine McCann.
Era mayo del 2007 cuando la menor británica de 3 años fue junto a sus padres a vacacionar a Praia da Luz, destino turístico muy frecuentado en Portugal.
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Fue la noche del 3 de mayo que nunca más se volvió a saber de ella. Sus padres fueron a cenar junto a unos amigos y cuando volvieron horas después, no la encontraron en su dormitorio.
De inmediato se activó una campaña a nivel internacional para dar con su paradero. En el transcurso de los años, sus padres fueron sindicados como sospechosos, se registraron varios falsos hallazgos y finalmente la justicia decidió archivar el caso.
Sin embargo, este jueves se imputó de manera oficial a Christian Brueckner, alemán de 44 años que era el principal sospechoso.
Este sujeto actualmente se encuentra en la cárcel por violar a una mujer de 72 años en la localidad portuguesa de Algarve. De hecho, entre las principales razones para dudar de su inocencia, está que al momento de la desaparición de Madeleine McCann, su domicilio estaba relativamente cerca del complejo turístico.
Por lo mismo es que la justicia portuguesa concretó su imputación este jueves, por lo que ahora resta el proceso judicial para determinar si es culpable o inocente.
En es sentido, son diversas las pruebas que confirmarían su responsabilidad.
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