El actor Julio Milostich fue invitado al programa «De tú a tú» que realiza Martín Cárcamo en Canal 13.
En medio de la conversación, el profesional del teatro, cine y televisión, contó cómo fue la experiencia al grabar la teleserie «El Señor de la Querencia», de TVN en 2008. En dicha ocasión, interpretó al maligno José Luis Echeñique, un patrón de fundo que estaba dispuesto a los horrores más grandes para lograr sus objetivos.
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«La Quena Rencoret estaba al aguaite. Tenía ese texto y no tenía al actor. La cosa es que ve O’Higgins y a los dos o tres días suena el teléfono y era de Canal 7 que la Quena Rencoret quería hablar conmigo».
Julio Milostich agregó que revisó el guión y vio que era un hombre malo, pero jamás imaginó lo que le pasaría en su carrera y vida personal. Ello, porque primero tenía que revisar referentes para su papel y luego le dedicó ocho horas diarias durante los 10 meses de rodaje.
Se inspiró en «un huaso malo, ya había visto el trabajo de Lucho Alarcón… Betancourt, para mí ese era como el más malo que yo había visto en las teleseries chilenas».
«Este señor no tenía un segundo, no había una sonrisa, era todo mal. Todo mal y era una carga muy pesada y por más profesionalismo que le pudiera poner uno, que yo creo que le di todo…Eso significaba que tenía que irme al chancho en todo, si yo me cuidaba, ese personaje no iba a tener el éxito que tuvo… corrí el riesgo de irme a la mierda y me fui a la mierda», sostuvo.
Julio Milostich y la pelea en el bar
Mientras se rodaba la teleserie, el actor tuvo un incidente con el dueño de un bar que fue muy comentado. En esa oportunidad estaba con su novia y terminó en violentos incidentes.
«Debería haberlo resuelto de alguna otra manera», dijo asegurando que no es un hombre violento.
«Yo quedé mal por mucho tiempo, estuve en un lugar donde me trataron de cobijar y nivelar un poco el momento que viví, para no pasarlo solo en la casa sin ningún tipo de protección, fue por un par de semanas», afirmó.
Finalmente, consultado sobre si cometió excesos en esa época, Milostich indicó que «me considero un persona bien normal, soy actor, soy bohemio… yo soy una persona que ha pasado por todas. No sé si excesos, creo que no, he vivido la vida y soy un ser igual a los que habitan este planeta… a mí me gusta la rumba, me gusta la vida, me gusta actuar, vivo la vida y bailo rumba, o sea, nada me hizo decir, ‘no, sabes que, hasta aquí no más’».
«Yo creo que la vida hay que vivirla intensamente, yo soy un ejemplo de eso, yo la vida la vivo intensamente, sin hacerle daño a nadie», cerró.
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