Durante la mañana de este lunes, un grupo de padres, apoderados y alumnos se movilizó en una de las principales rutas de conexión en la comuna de Alto Biobío debido a la demora de años en la reconstrucción de la escuela Callaqui que fue destruida por un incendio.
Se trata del recinto educativo G-1183, el cual quedó reducido a cenizas luego de que las llamas afectaran toda la estructura durante la madrugada del 2 de junio del año 2018. Esto afectó a 150 niños del sector, quienes lamentablemente perdieron todo lo necesario para su educación.
Años después, la promesa de la reconstrucción aún no se ha materializado, y la única solución que se les ofreció fue la instalación de unos contenedores. Aunque cumplen parcialmente su función, las complicaciones causadas por la lluvia y el frío en invierno dificultan mucho las jornadas de estudio de los jóvenes.
Fue así que, durante la mañana de este lunes, los padres, apoderados y alumnos del lugar realizaron una protesta cortando la ruta Q-61. Con el fin de expresar su descontento y la falta de compromiso con lo prometido.
Con pancartas, globos y gritos, exigieron una resolución definitiva, más aún considerando que se trata de una zona extrema, donde las inclemencias del clima afectan gravemente a las familias.
Desde la vocería del Centro General de Padres y Apoderados de la escuela Callaqui, el presidente Cristofer Piñaleo señaló que el retraso en la reconstrucción se debe a un estudio. “Se está realizando un proyecto de diseño, pero estamos estancados en la revisión de los ingenieros eléctricos del MOP”, explicó. Añadió que “una de las grandes razones es que el proyecto está pendiente de aprobación. Estamos solicitando al gobierno de turno que agilice este proceso”.
Piñaleo también destacó las condiciones en las que los niños asisten a clases actualmente y que «hoy día los niños están en contenedores de emergencia. Hubo un compromiso de dos años para la reconstrucción, pero lamentablemente no se ha concretado”.
“Han pasado mucho frío en invierno y mucho calor en verano. Esas son las condiciones. Imagínense los días de lluvia, el patio se inunda y hay mucho barro. Estas son las duras condiciones que están sufriendo nuestros alumnos hoy en día”, concluyó.
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