Comunas precordillera

Con la finalidad de poder enfocarse en proyectos de la precordillera, se han realizado solicitudes y reuniones para mejorar la conectividad y el trabajo de desarrollo comunal en el Biobío.

En el marco de una reunión sostenida con autoridades regionales, el alcalde de Quilaco y presidente de la Asociación de Municipios Cordilleranos (Ancordi), Pablo Urrutia, expuso la urgente necesidad de avanzar en proyectos de conectividad e infraestructura. Esto, para las comunas de la zona precordillerana, destacando como prioridad la construcción de un puente que una Alto Biobío con Quilaco.

Urrutia señaló que muchos de los problemas que enfrentan las comunas cordilleranas se deben a que, históricamente, las inversiones se deciden desde Santiago, sin considerar las realidades locales. “Siempre el dolor que tienen todos los alcaldes, y me lo dicen en cada reunión, es que cada vez que se hace una inversión o un proyecto, se piensa en Santiago y no en el territorio”, afirmó.

El jefe comunal enfatizó que la falta de conectividad en sectores como Alto Biobío genera situaciones críticas, especialmente en casos de emergencias. Recordó que durante un evento masivo el año pasado, el camino principal quedó interrumpido y las comunidades quedaron aisladas.

“No tenían por dónde salir. La lancha tampoco funcionaba porque estaba en mal estado. Ahí surgió la idea, junto a otros alcaldes, de construir un puente que conecte Alto Biobío con Quilaco, lo que sería clave para la comunidad y también para el turismo”, señaló.

Una necesidad en la precordillera

Actualmente, el cruce entre ambas comunas depende de una balsa que, según explicó, ha resultado inoperante por los cambios en el caudal de la represa, lo que ha significado que los $120 millones invertidos en ella estén prácticamente inutilizados. “Hoy día la balsa no funciona porque, cuando sueltan o cortan agua, queda fuera de servicio. Es una inversión que terminó sin uso”, advirtió.

Además, Urrutia enumeró otras necesidades urgentes del territorio, como la reconstrucción de una escuela incendiada en Santa Bárbara, la reposición de un retén en Rucalhue, la construcción de una comisaría en Quilaco y la pavimentación del camino Quilapalo, entre otros proyectos.

También destacó la importancia de considerar las necesidades de los adultos mayores que viven en sectores rurales y que no cumplen con los criterios de rentabilidad social exigidos por el Estado, pero que requieren soluciones dignas.

El alcalde valoró que, en esta oportunidad, el Ministerio de Obras Públicas haya abierto un espacio de diálogo con los municipios, y adelantó que en la próxima sesión de Ancordi —programada para la tercera semana de noviembre— se presentará un plan unificado de proyectos prioritarios para las comunas cordilleranas. “Queremos que la inversión del Estado llegue al territorio y que se construya lo que el territorio realmente necesita”, sostuvo.

Finalmente, Urrutia insistió en que avanzar en conectividad no solo permitirá enfrentar emergencias de manera más eficiente, sino que también impulsará el desarrollo económico, el turismo y la integración de comunidades mapuche-pewenche que hoy permanecen aisladas. “Tenemos que pensar en la gente que vive aquí, no solo en las cifras. Somos quienes conocemos el territorio y sabemos lo que se necesita”, concluyó.

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